John Erick Dowdle es un cineasta que viene buscando especializarse en cine de terror desde hace ya un tiempo. Sin embargo y a pesar de haber tener varios títulos en su haber (para muestra, hizo la segunda versión de "Rec" norteamericana, que se desvía de la española, "Quarantine"), no logra hacer pie en el género, más allá de que su carrera parezca en ascenso lento pero seguro.
De hecho, está rodando "The Coup" con Pierce Brosnan y Owen Wilson... Lo cierto es que en esta oportunidad nos convoca un nuevo trabajo de Dowle (escrito junto a su hermano), enmarcado en el muy de moda, found footage, corriente en la cual es difícil destacarse e incluso, salir airoso.
"As above, so below" parte de una premisa muy interesante a priori: el recorrido por las sinuosas e intrigantes catacumbas parisinas en las cuales, según parece, hay alrededor de 6 millones de personas enterradas y una gran cantidad de pasadizos subterráneos que albergan historias extrañas y montañas de huesos dentro de un sistema que marca calles y sectores como si fuera otra ciudad, pero debajo de la gran urbe.
Este sistema de los mundos paralelos y opuesto, de alguna manera, es un punto central de la trama. Todo comienza cuando Scarlett (Perdita Weeks), una auténtica erudita en Simbología, Química, Alquimia y Arqueología, logra rescatar de su viaje a Irán, un material que le permite suponer que en París, se encuentra una piedra filosofal que puede transformar el estado de los elementos.
Para poder dar con ella, según sus proyecciones, deberá contar con el apoyo de gente especializada en el tema, capaz de aceptar su propuesta de viaje debajo de la ciudad. Logra incorporar al equipo a George (Ben Feldman), quien es intérprete de arameo y conoce lo que Scarlett busca y a un pequeño grupo de guías, liderado por Papillon (Francois Civil), quienes se muestran como baqueanos en el tema, aunque haya cosas que estén lejos de manejar.
Así es que el este grupo (con el inexpresivo Edwin Hodge haciendo de Benji, hombre-cámara que está encargado de los equipos de comunicaciones) deciende a las catacumbas parisinas en busca de la piedra (los guias, no. A ellos se les promete una suculenta recompensa, dado que desconocen lo que realmente guía la expedición.
Todos equipados con cámaras, el viaje a las profundidades de esta auténtica ciudad debajo de París, deparará varias sorpresas, giros y presencias macabras, todo registrado por las cámaras "casuales" que llevan los protagonistas en sus cascos.
No hay mucho más por agregar.
La premisa es interesante pero el film ofrece una endeble estructura dramática, que provoca poco interés y hasta antipatía, por ser repetitiva y sin matices. Nunca termina por definir la gravedad de la búsqueda y la resolución del conflicto, es cuanto menos, pobre y sin imaginación.
La protagónica (Weeks) entrega todo para llevar adelante la historia y parlotea sin cesar, dando explicaciones sobre jerogríficos, piedras, mecanismos, etc, sin darnos tiempo a procesar el miedo que ellos experimentan en dicha situación. Hay un clima de inestabilidad en la narración que nunca se termina de afirmar por la velocidad con la que se van dando los hechos.
Los rubros técnicos tienen un tratamiento pobre (excepto los de la banda sonora, que cumplen) y no logran generar la atmósfera dantesca que esta historia deberia proponer.
"Así en la tierra como en el infierno" ofrece para los fans, un clásico exponente del found footage que sólo dejará satisfechos a los incondicionales de la corriente. Para el resto, es sólo una buena idea que no encontró en el guión el sustento necesario para desarrollar un buen film. Regular. Y un poco menos también.