A mediados de la década del setenta, el cambista uruguayo Humberto Brause se encuentra en medio de una encrucijada. Para saber cómo llegó hasta ese momento, nos remontamos veinte años al pasado cuando era el aprendiz del señor Schweinsteiger, todo un referente en agencias de cambio y viajes en Montevideo. En una de las interminables tardes de trabajo, Brause conoce a Gudrun, la hija de su jefe, y se propone conquistarla. El dinero fácil y la necesidad de diferenciarse de su suegro lo harán tomar los caminos equivocados, aquellos de los que desde un comienzo su mentor le había aconsejado mantenerse alejado.