Asia

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Un dramón maternal de Ruthy Pribar con Shira Haas

Esta película israelí es un crudo relato sobre el vínculo entre madre e hija a partir de una enfermedad terminal.

Películas sobre restablecer el vínculo filial hay muchas y de diferentes índoles. Asia (2020) lleva este drama intimista hasta los límites del sufrimiento y la redención.

Asia (Shira Haas) tiene 35 años y trabaja de enfermera en un geriátrico. Ser madre soltera en su juventud hace que no tenga la mejor relación con Vika (Alena Yiv), su hija adolescente. Un golpe del destino hace que su hija contraiga una enfermedad física degenerativa y ella tendrá una última oportunidad para dedicarle el tiempo y el cariño adeudado.

Hay un par de ideas interesantes en el guion del film escrito y dirigido por Ruthy Pribar. El trabajo de Asia en primer lugar la pone siempre al cuidado de extraños en contrapartida con la atención que reclama su hija. La relación con el sexo opuesto (con un gran subrayado de la importancia del sexo) es otro de los recursos utilizados para recomponer el vínculo filial.

En este tipo de films es fundamental la interpretación y química entre las actrices para que la tensión -y recomposición- del afecto funcionen. El trabajo de ambas actrices es preciso desde los gestos y el cuerpo, siendo el sostén -de una en la otra- simbólico y real. Las pequeñas frases y reproches describen el afecto sin necesidad de explicaciones innecesarias.

Sobre el final la película apela de manera gratuita a golpes bajos, haciendo primerísimos primeros planos del sufrimiento sin dejar que el espectador pueda apartar su mirada. Recurso que se siente efectista porque la dolorosa historia de redención ya estaba contada.