TEMPLARIOS Y ASESINOS AYER Y AHORA
Una vez más el cine se tienta con el éxito de un videojuego, en este caso el de Ubisoft estrenado en el 2007 y que tiene ocho secuelas. Y como siempre comienza el dilema de contentar a los fanáticos – una tarea casi imposible- y lograr interesar a los que ingresar a esta imaginería. Unir el presente y el pasado de la España de la inquisición y revivir un supuesto enfrentamiento entre los Templarios y un “credo de asesinos” que pese a su nombre se empeñan en dejar a los hombres con su bien más preciado: el libre albedrío. Para eso se revive a un hombre condenado a muerte (también se lo ve como un niño que presencio el asesinato de su madre a manos de su padre) y se lo conecta a una maquina que puede transportarlo al pasado de líder de su secta letal. Todos están detrás de una “manzana” que contiene el código genético humano para supuestamente terminar con todas las guerras, odios y enfrentamientos. ¿Se mareó? Eso le pasa al espectador que tiene que dar como sentadas esas “verdades del argumento” que no profundiza en nada y que tiene como mayor atractivo las peleas, corridas, planos desde el aire, desde los ojos de un águila en distintas ciudades de España donde los templarios una y otra vez se ven frustrados en sus ambiciones. Después habrá un rulo del argumento que no contaremos y que promete secuelas. Un elenco de lujo con Michael Fashbender, Marion Cotillard, Jeremy Irons, Charlotte Rampling, Brendan Gleeson y siguen los nombres, algunos con pequeñas apariciones, un director que llamo la atención con su “Macbeth” Justin Kurzel y proyecto ambicioso que tiene flaquezas.