Game over
Después de que el proyecto estuviese dando vueltas y cambiando de manos llega la adaptación de la popular saga de videojuegos Assassin´s Creed.
Callum Lynch (Michel Fassbender) es un prisionero condenado a muerte. Luego de la supuesta ejecución despierta en las instalaciones de la Fundación Abstergo donde la doctora Sofía Rikkin (Marion Cotillard) le explica que está ahí porque descubrieron en sus genes la conexión con un asesino español del siglo XV llamado Aguilar (Fassbender también), quien estuvo muy cerca de la Manzana del Edén, un dispositivo que si se abre permite controlar el libre albedrío de la humanidad. Lynch acepta conectarse a una máquina conocida como Animus que le permitirá experimentar lo que vivió su antepasado. Ahí conocerá la ancestral batalla entre los Assassins (protectores de la Manzana) y los Templarios (aquellos que quieren dominarlo) además de las verdaderas intenciones de la supuesta fundación liderada por Alan Rikkin (Jeremy Irons).
Lamentablemente la película se hunde a los minutos de empezar, hay demasiados baches en el guion y algunas cosas que se ven en pantalla que nunca se explican y es necesario googlear para saber qué significan en la mitología del juego, se vuelve algo confusa y tediosa. Además de algunas decisiones de interpretación cuestionables como poner a los mismos actores a hacer las voces en español.
En las interpretaciones no hay ninguno que pueda sobresalir, pero la que cae mejor parada es Marion Cotillard y Charlotte Rampling en los pocos minutos que tiene en pantalla, mientras que Michael Fassbender y Jeremy Irons están muy desdibujados.
Asssassin´s Creed se convierte en otra fallida adaptación de videojuego (y van) con algún buen momento de acción, una excelente recreación de época, vestuario y la gran música a cargo de Jed Kurzel, hermano del director. Es momento que Hollywood deje por un tiempo el traspaso de juegos a la pantalla.