Llega a las salas la nueva película de José Celestino Campusano que pone el foco en la búsqueda de identidad de un joven gay quien trata de sobrevivir mientras el pequeño pueblo rural donde vive lo discrimina. Ariel termina la relación secreta que tenía Omar, el cura del pueblo quien es mucho más grande que él, eso será el punto de partida para embarcarse a conocer otros hombres con los cuales entablar una nueva relación, pero la hostilidad de ese lugar lo expone ante las críticas y las cargadas de esos supuestos “hombres rudos” de campo. Mientras tanto Omar busca “contener sus impulsos”, pero en su retiro espiritual se apoya en otro cura, denunciado por abuso sexual, quien pide que vayan a pegarle de una vez así deja de lidiar con la indiferencia que les transmiten los habitantes. Hombres de piel dura es una película descarnada y directa que va al grano en donde Campusano expone claramente las miserias y los prejuicios de los vecinos de ese lugar, estos no aceptan que exista otra elección sexual y frecuentemente se burlan de los gays e incluso tratarán de que “corregir” lo que creen que es una desviación o inmoralidad, algo que en pleno siglo XXI ya no debería ocurrir.
La torpeza hecha película Llega a un puñado de salas argentinas Diez menos, una película que jamás debería haber visto la luz, un film que atrasa décadas. Quique (Diego Pérez) es un hombre que tras una serie de acontecimientos decide alejarse de su fe y romper los Diez Mandamientos, lo cual derivará en varios acontecimientos insólitos. Para empezar a señalar las falencias hay que decir que la película parece no tener guion (el cual está a cargo de Osvaldo Cascella) las acciones pasan y ya, además los diálogos están tan mal escritos que ni una línea suena verosímil cuando se escuchan. Se encuentra filmada toda de la misma manera, como si fuese una telenovela. El desarrollo, y sobre todo el final, son completamente predecibles pero no solo eso sino que es increíble la torpeza que destila a la hora de resolver algunos de las subtramas que abrió. Los personajes secundarios son una clara muestra de lo que no hay que hacer: no tienen profundidad y las pocas mujeres que aparecen están relegadas a un papel de amas de casa mientras que los hombres son casi caricaturas. Diez menos es un desastre, un retrato perfecto de lo que el cine argentino tiene que dejar atrás para siempre.
Epidemia A principios de este año tuvo su conclusión cinematográfica la saga Maze Runner con La cura mortal (The Death Cure). Ahora llega a las pantallas la adaptación de otra saga literaria juvenil, en este caso se trata de Mentes poderosas, la primera parte de la trilogía creada por Alexandra Bracken. En Estados Unidos un virus mata a la mayoría de los adolescentes, el 2% de ellos siguen con vida y obtienen poderes, el gobierno decide confinarlos en un campamento prometiendo que serán curados y los ordena por colores dependiendo el tipo de habilidad que hayan desarrollado siendo el verde el más leve y el naranja el más peligroso por lo que deben ser eliminados. Ruby (Amandla Stenberg) es naranja, luego de su escape conocerá a Liam (Harris Dickinson), Zu (Miya Cech) y Chubs (Skylan Brooks) quienes buscan llegar a E.D.O, un lugar secreto donde todos los adolescentes viven en paz bajo el liderazgo de “Escurridizo”, esto no será tarea fácil ya que los persiguen los soldados que quieren devolverlos a los campamentos, una organización conocida como “La Liga”y una cazarecompensas llamada Lady Jane (Gwendoline Christie). Aunque la trama es atractiva y se vende con el gancho de que viene de la mano de los productores de Stranger Things, no logra salir de la formula ya vista de las distopías adolescentes por lo que termina siendo predecible. Jennifer Yuh Nelson, directora de Kung Fu Panda 2 y 3, está detrás de cámaras en su primer proyecto live action y da una película entretenida pero con poco para recordar salvo cierto parecido a los X-Men, salvando las distancias. En los pocos minutos de pantalla del personaje de Gwendoline Christie había algo interesante para profundizar pero la actriz que interpreta a Brienne en Game of Thrones pasa sin pena ni gloria. El elenco de jóvenes actores no está mal pero tampoco brilla, se destaca la protagonista Amandla Stenberg quien fue Rue, el tributo del distrito 11, en la primera parte de Los juegos del hambre y la pequeña Miya Cech como Zu, una joven muda que puede controlar la electricidad. Mentes poderosas no es un completo desastre pero está un escalón por debajo de adaptaciones como Los juegos del hambre, en estos casos no hay un cierre por lo que la recaudación en taquilla determinará si continúa la historia.
Laura (Pilar Gamboa) y su hijo de 18 años Pablo (Valentín “Wos”Oliva) van a pasar unos días de descanso a Villa Gesell para recibir el año nuevo. Ambos se hospedan en el edificio “Las Vegas” pero se sorprenden cuando también llega al edificio Martín (Santiago Gobernori), ex marido de Laura y padre de Pablo, acompañado por Candela (Valeria Santa) su nueva novia, 14 años menor que él. El grupo conocerá a otra residente del edificio, la guardavidas Cecilia (Camila Fabbri), por quien Pablo se sentirá atraído. Elegida como la película de apertura para esta edición del festival, se trata de una comedia romántica de enredos desarrollada en Villa Gesell que no solo sirve como locación sino que los personajes tienen una conexión con la ciudad balnearia bonaerense. Pilar Gamboa pasa en cuestión de segundos de la risa al llanto y ataques de ira, su personaje es querible e insoportable por igual. Wos, campeón argentino de Freestyle, hace su debut actoral en esta película y compone un sólido personaje de un adolescente fan de la música que descubre el amor en el mismo lugar que marcó la historia de sus padres. Las Vegas tienen algunos clichés y situaciones predecibles pero que no logran opacarla y termina siendo una película divertida.
La dimensión desconocida Llega a las salas argentinas un nuevo exponente del cine de terror argentino. En esta oportunidad llega el turno de Aterrados de Demián Rugna (Malditos Sean!, The Last Gateway, No sabes con quién estás hablando). Si bien no es una película episódica, se construye un relato colectivo sobre los vecinos de un barrio de conurbano bonaerense que se ve sacudido por varios acontecimientos sobrenaturales. El Comisario Funes (Maxi Ghione), a punto de ser dado de baja por enfermedad, será quien busque la ayuda de tres expertos en estos fenómenos para descubrir lo que está pasando. Uno de los grandes aciertos es que el director se mete en un escenario poco explorado dentro del género nacional, no hay grandes mansiones o lugares alejados, todo sucede en un barrio común y logra trasladar bien esa identificación con cualquier vecindario del Gran Buenos Aires. Los climas están bien creados y si bien los sobresaltos están presentes, no abusa del recurso: ya la historia se sostiene por sí misma. Aterrados, exhibida en el último Festival de Cine de Mar del Plata con una gran recepción del público, es una buena película de terror pero también es importante porque se suma a Hipersomnia (2016) y Luciferina (2018), que tuvieron estreno comercial, poniendo el foco en lo necesarios que son proyectos de este tipo.
Himno a la voluntad Yossi Ghinsberg (Daniel Radcliffe), un mochilero israelí, llega a Bolivia donde se encuentra con Marcus (Joel Jackson), un profesor suizo, quien está acompañado por un amigo estadounidense llamado Kevin (Alex Russell). Los tres se topan con el guía Karl (Thomas Kretschmann) que los convence para adentrarse en la jungla y buscar a una tribu perdida que tiene una gran cantidad de oro. Pero enseguida las cosas saldrán mal y la jungla comenzará a devorarlos. Basada en la historia real de Yossi Ghinsberg, quien escribió un libro relatando estas vivencias que le sucedieron al principio de la década del 80 cuando era un joven viajero. Aunque tiene una premisa interesante no logra mantenerse por más tiempo que los minutos iniciales por lo que a duras penas llega hasta un final algo digno donde se ven las fotos de los verdaderos protagonistas y el texto que explica qué fue de ellos. Daniel Radcliffe, el principal atractivo de esta película, da una interpretación que si bien no será memorable está bien salvo por el detalle del desesperante acento de su personaje ya que es un israelí hablando en inglés. En los rubros técnicos se destaca la fotografía a cargo de Stefan Duscio, tal vez una las mejores cosas que tiene la película. Jungla es una historia de supervivencia igual que la mayoría, llena de clichés, hay escenas que inevitablemente causan risa, otras que no llevan a nada y si bien no resulta ser un completo desastre es olvidable.
La película infinita está conformada por escenas de películas argentinas que nunca terminaron de filmarse o fueron proyectos cancelados solamente habiendo llevándose a cabo algunas pruebas de cámara. Un recorrido por el que se puede conocer lo que hubiese sido Zama (1984) de Nicolás Sarquis, La Neutrónica explotó en Burzaco (1984) de Alejandro Agresti, dos versiones de El Eternauta, la animada de 1968 de Hugo Gil y la de Lucrecia Martel de 2009, entre otras. Leandro Listorti, director del film, quien trabaja como archivista en el Museo del Cine, recopila esos momentos que quedaron truncos y el editor Felipe Guerrero se encarga meticulosamente del montaje ya que no es un documental sino que está más cerca del cine arte. La película infinita es un interesante proyecto que irónicamente dura 54 minutos y es un viaje al mundo del cine argentino de las últimas cinco décadas.
Un cuento desafortunado Meg (Storm Reid) es la hija del los científicos de la NASA Alex (Chris Pine) y Katherine (Gugu Mbatha-Raw), quienes la criaron con su misma pasión por la ciencia. La desaparición de Alex luego de un gran descubrimiento terminará llevando años después a Meg, su hermano adoptivo el pequeño Charles Wallace (Deric McCabe) y su amigo Calvin (Levi Miller) a una búsqueda por el universo en el que tendrán la guía de la Señora Qué (Reese Whiterspoon), la Señora Quién (Mindy Kaling) y la Señora Cuál (Oprah Winfrey). El desembarco en Disney de la directora Ava DuVernay se planteaba como algo interesante ya que se contaba con la visión de la responsable de Selma (2014) para poder hacer un proyecto que pudiese acercarse a algo más moderno. El guion de Jennifer Lee (Frozen) y Jeff Stockwell (Un puente hacía Terabithia) basado en el libro de 1962 de Madeleine L´Engle intenta acercar al público juvenil a algunas nociones de física cuántica pero no lo logra fluidamente y se pierde más en el drama. Las actuaciones más destacadas son de la joven Storm Reid y de su compañero Levi Miller mientras que el personaje de Deric McCabe que al principio cae simpático llega a un punto donde se vuelve completamente insoportable. Uno de los puntos fuertes es la banda de sonido a cargo de Ramin Djawadi y el soundtrack pop compuesto por canciones de SIA (Magic), DJ Khaled y Demi Lovato (I Believe). Un viaje en el tiempo es una película no solo fallida, sino que aburre, aunque dura menos de dos horas se siente bastante pesada y poco se puede rescatar de lo que se trataba de una de las grandes apuestas de Disney.
Comienza el juego En poco menos de dos meses la cartelera argentina tuvo dos películas de Steven Spielberg: primero se pudo ver The Post (2017), que cosechó dos nominaciones al Oscar y fue protagonizada por Meryl Streep y Tom Hanks; y ahora llega Ready Player One basada en la novela de ciencia de ficción del mismo nombre. OASIS es más que un juego de realidad virtual, es la oportunidad de entrar a un universo sin límites donde todo es posible y resulta ser la única vía de escape de la crisis y el caos que afecta al planeta Tierra. James Halliday (Mark Rylance), creador de Oasis, muere y anuncia que dejó en su juego un “huevo de pascua” (Easter Egg), aquel que lo encuentre heredará la fortuna de Halliday y será el nuevo dueño de OASIS. El adolescente Wade Watts (Tye Sheridan) mediante su avatar Parzival descubre la primera llave de las tres que necesita para ganar el premio y ahora deberá embarcarse en una competencia que no solo incluye a otros jugadores sino a una malvada compañía que destina todos sus recursos para poder adueñarse de OASIS. En la película, tal como en el libro, abundan las referencias a la cultura pop, sobre todo de la década del 80, pero algunas quedaron afuera por una cuestión de derechos. Además el propio Spielberg pidió eliminar aquellas que tengan que ver con su trabajo como director o productor y solo quedó el DeLorean de Volver al futuro y una al director de la saga protagonizada por Michaael J. Fox, Robert Zemeckis. Los efectos visuales son una de las mejores cosas de la película y logran meter de lleno al espectador dentro del OASIS donde se pueden ver desde combates cuerpo a cuerpo hasta grandes explosiones pasando por una gran carrera de autos con la presencia de King Kong. El grupo de adolescentes protagonistas a los que encabezado por Tye Sheridan da muy buenas actuaciones y homenajean a aquellas películas sobre la amistad que tan fueron populares en los 80. Por su parte Ben Mendelsohn encarna a un villano algo cliché pero que aún así es muy sólido; los británicos Mark Rylance y Simon Pegg cumplen en sus pequeños roles (este último merecía más tiempo ante las cámaras). Ready Player One tiene como guionistas a Zak Penn y al escritor del libro original, Ernest Cline, quienes logran plasmar una muy buena adaptación tomando distancia del material original pero sin perder la esencia, esto logra que en las manos de Spielberg se convierta en una gran aventura para la gran pantalla.
Reto al destino El 15 de abril de 2013 mientras se desarrollaba la Maratón de Boston explotaron dos bombas en cuestión de segundos.Este atentado dejó un saldo de tres muertos y 282 heridos, uno de ellos fue Jeff Bauman a quien le tuvieron que amputar ambas piernas por debajo de la rodilla. Bauman (Jake Gyllenhaal) va como espectador a la maratón con el objetivo de reconquistar a su novia Erin Hurley (Tatiana Maslany) cuando ella atravesara la meta, pero las bombas impiden que se produzca el encuentro: Jeff termina gravemente herido ya que se encontraba cerca cuando detonaron uno de los explosivos y deben amputarle las piernas. Este hecho convierte a Jeff en un héroe y su historia de superación quedará marcada en la historia. El director David Gordon Green toma el libro que escribió el propio Bauman sobre el hecho y se une al guionista John Pollono para adaptarlo a la gran pantalla. El principal problema es que desde el primer momento no pudo lograr algo que se destaque y termina haciendo una película con todos los clichés que se ven en las de este tipo. Lo más destacado de la película son las actuaciones de Gyllenhaal quien desde que sale del hospital no se muestra muy de acuerdo con el status de héroe que le otorga la sociedad y que lo va convirtiendo en una estrella a la que bautizan con el apodo de “Boston Strong”, y de Maslany quien tomará el rol de cuidadora, asistente y que va a contenerlo cuando tenga sus crisis, pero quien también se siente culpable por lo que le pasó. Más fuerte que el destino es una película que pasa sin pena ni gloria, si bien el relato es sólido, no logra enganchar al espectador y sus casi dos horas de duración no solo se sienten sino que parece más larga de lo que finalmente es y termina siendo un alivio cuando aparece el texto y las imágenes que cuenta que fue de la vida de Bauman.