Viaje en el tiempo, batallas entre defensores de la religión católica y partidarios del libre albedrío y una historia que, no por basada en videojuego, tiene demasiadas vueltas y demasiadas complejidades para lo que realmente es la película. Si se deja de lado eso (y la “falsa intensidad” que tratan de ponerle, para que todo parezca serio, sus estrellas), no aburre y tiene un punto interesante sobre la religión.