Salvo el principio de la saga Resident Evil (veremos qué pasa con el nuevo film que se estrena en unos días) absolutamente todas las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla han sido malas. Assassin´s Creed no escapa a esta máxima.
La premisa es buena, el director Justin Kurzel viene de hacer un gran trabajo (Macbeth, 2015), el elenco está compuesto por grandes actores y es una superproducción que desde el vamos cuenta con una base sólida de fans. ¿Entonces qué falló?
Es una película que no tiene razón de ser y que a pesar de sus fantásticas escenas de acción aburre mucho.
Sus personajes no enganchan a pesar del carisma de Michael Fassbender y la siempre genial Marion Cottillard, y el despliegue visual no alcanza para tapar el sinsentido de una película así.
Sin ser gamer soy bien consciente de lo genial que es el juego en el cual se basa y la película está a años luz de replicar el fenómeno. Principalmente porque nunca debió ser adaptado.
Assassin´s Creed solo será disfrutada -como un anexo- por los fans del juego y nada más.