Assassin's Creed

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Desde que a los siete años encontró a su madre muerta minutos antes de que su padre fuera capturado por un grupo comando, Callum Lynch saltó entre orfanatos y casas adoptivas hasta que finalmente enfrenta una condena a muerte por homicidio en Texas. Era demasiado pequeño como para entender del todo que sus padres formaban parte del Credo. También de que por ser el último descendiente del Asesino Aguilar de Nerha (ambos interpretados por Michael Fassbender), está en la mira de Abstergo, una multinacional con suficientes recursos como para fraguar su ejecución y llevarlo en secreto a sus instalaciones en Madrid, para allí conectarlo a una máquina que le permitirá revivir los recuerdos de su ancestro y así rastrear uno de los artefactos conocidos como Manzanas de Edén, perdido desde que Aguilar lo escondiera de la Santa Inquisición durante los últimos años de la Reconquista Española cinco siglos atrás. Desde entonces la trama se desdobla entre el presente de Callum y los recuerdos de Aguilar que revive conectado al Animus, con una recreación de época muy interesante y secuencias de acción frenética sobre carros a toda velocidad o escapando por los techos de la ciudad en secuencias que remiten claramente a algunos de los aspectos más famosos del juego.

La película no revela muchos detalles de la historia del enfrentamiento que lleva casi un milenio entre Templarios y Asesinos, ni por qué es tan importante la famosa Manzana. Pero Sofía Rikkard (Marion Cotillard), científica en jefe de la corporación y el cerebro detrás del Proyecto Animus, intenta convencer a Callum de sus intenciones nobles, afirmando que podría usarla para terminar definitivamente con la violencia en el mundo entero, algo que los otros asesinos prisioneros en las mismas instalaciones se esfuerzan por demostrar que es falso. Al haber sido separado de su familia de niño, Callum desconoce igual que el público de que se trata cada bando y ambos suenan igual de desquiciados o peligrosos, manteniéndose desconfiado de ambos hasta que descubra lo que realmente está sucediendo a su alrededor.

Un salto de fé:
No hacía falta verla para saber que Assassin’s Creed es una apuesta fuerte para el estudio, que espera dar inicio a una exitosa saga. También es sabido que cada vez que se adapta una historia que ya tiene una base importante de seguidores y varios años desarrollándose, se tiene que lidiar con la doble dificultad de dejar contentos a quienes ya conocen el universo sin marear al público nuevo.

La película a duras penas se acerca a ese balance y por momentos parece ni siquiera intentar incorporar público, sino que se considera como parte de un universo multimedial ya existente. Porque si bien tiene muchas referencias a personajes y objetos que los fans puedan reconocer, quizás por no arriesgarse a perder ritmo o hacerla demasiado larga, quedan a medio explicar un montón de ideas que los fanáticos no necesitan escuchar, pero probablemente dejen a buena parte del nuevo público preguntándose por qué suceden las cosas, si acaso pretenden disfrutarla como algo más que una buena película de acción. Queda la sensación de que al apostar por convertirla en una saga de varias películas, se están arriesgando a desarrollar todos los puntos que quedan oscuros en la trama en unas secuelas que podrían nunca existir.

Es que los mayores problemas de Assassin’s Creed no son que no se entienda por qué algunos personajes actúan como lo hacen, sino que no nos dan motivos para que nos importe. Todas las secuencias protagonizadas por Aguilar son visualmente impactantes y son fundamentales para que las casi dos horas de metraje no se sientan. Pero no sabemos casi nada del personaje, porque no se desarrolla y porque no dice más de diez palabras en toda la película (algo que viendo sus dificultades con el español quizás deberíamos agradecer). Es apenas el alter ego que hace las peleas de su otra faceta, la de el presente, donde se esconde la verdadera trama del film.

Como estructura no tiene grandes críticas y ,aunque es un tanto endeble, la historia funciona por más que se la sienta comprimida o recortada. Más difíciles de defender son casi todas las actuaciones. Incluyendo unas cuantas líneas de diálogo que deben haber avergonzado a sus protagonistas, intérpretes que vienen de hacer Macbeth de Shakespeare junto al mismo director, Justin Kurzel, y son sin dudas lo peor de la película. Dejando a ninguno de los personajes con oportunidades para mostrar tridimensionalidad, o por lo menos una personalidad que sustente una pretensión de drama que no llega a tomar forma.

Conclusión:
Aunque se tropieza con la gran cantidad de material que necesita incorporar para explicar el mundo donde está situada y las actuaciones no se lucen del todo, Assassin´s Creed es una película de acción interesante y entretenida que se hubiera beneficiado de un mejor desarrollo de sus personajes.