Regreso al futuro
El popular manga de Osamu Tezuka de los años '50 fue llevado a la televisión en los '60, en los '80 y reciclado una vez más hace poco tiempo. Dudo, por lo tanto, que algún lector -de la generación que sea- no se haya topado alguna vez con un capítulo sobre este pequeño superhéroe/robot del futuro creado por su padre científico a semejanza de su hijo muerto (una idea que remite a Pinocho).
La historia original -recuperada aquí por el coguionista y director David Bowers (Lo que el agua se llevó)- no es nada del otro mundo, pero la calidad de la animación que recrea Metro City y el basural al que son desplazados los marginados del sistema, el ritmo trepidante que impera durante buena parte de los 94 minutos, algunos personajes y situaciones inspiradas y un puñado de eficaces gags alcanzan para que los chicos pasen un buen rato y los adultos recuperen con cierta nostalgia unos cuantos buenos recuerdos de su infancia.