El terrorismo como fachada
"Atentado en París" tuvo un derrotero accidentado en el Primer Mundo. En principio se atrasó su estreno por los atentados de noviembre de 2015 justamente en París, en los cuales murieron 137 personas. Y después se terminó estrenando el 13 de julio de este año, un día antes del ataque terrorista en la ciudad francesa de Niza, que dejó 85 muertos. Estas coincidencias, sin embargo, sólo aportan a la anécdota, porque la película poco tiene que ver con el terrorismo islámico que estuvo involucrado en esos dos ataques, y porque la película, además, sólo aspira a ser un producto de entretenimiento sin reflexiones ni análisis. La historia comienza con Michael Mason (Richard Madden), un carterista experto que en una de sus tantas rondas por las calles de París le roba el bolso a una joven. Lo que él no sabe es que, dentro de un oso de peluche, el bolso esconde una bomba, y cuando tira el bolso a la basura el artefacto explota dejando un saldo de cuatro muertos. A partir de allí empiezan a dispararse las alertas en toda la ciudad y entran en juego varios actores: un rebelde agente de la CIA (Idris Elba), la policía francesa, el ministro del Interior de Francia y un grupo de terroristas que esconde varios secretos. Escrita y dirigida por James Watkins ("La dama de negro"), "Atentado en París" es muy irregular. Por un lado es muy efectiva en la claridad y el estilo clásico de las escenas de acción, y por otro lado es una buddy movie fallida, porque la falta de química entre Elba (gran actor) y Madden es notoria. También tiene elementos de thriller que no llegan a cuajar, más si se tiene en cuenta que las vueltas de tuerca sobre el final tiran la verosimilitud por la ventana.