Michael (Richard Madden, de Game of Thrones) es un punga de alto vuelo. En la primera escena de este film de acción e intriga internacional, el ladrón se vale de una amiga desnuda en la escalinata del Sacre Coeur para desplumar a una docena de babosos. La escena siguiente es protagonizada por Zoe (Charlotte Le Bon), una militante idealista que es enviada a plantar una bomba en la sede del Partido Nacionalista francés, pero recula al ver personal de limpieza que aparece inesperadamente.
Zoe no quiere víctimas inocentes pero, antes de que arroje el artefacto al Sena, Michael le roba la bolsa letal. Minutos después, explota; el punguista es registrado en una cámara de seguridad y pasa a ser el enemigo público número uno, buscado tanto por la policía francesa como por la CIA, en su carácter de norteamericano. Aparece Briar (Idris Elba), hombre fuerte de la CIA que enseguida pesca a Michael y descubre la farsa, pero para probar su inocencia deberán atrapar a Zoe, punta del ovillo de una conspiración que involucra a parte de la policía francesa. Entre manifestaciones anti fascistas preparadas para el 14 de julio, engaños y corrupción en altas esferas, esta coproducción resulta efectiva por su timing, algunas escenas vibrantes (como una persecución en los tejados parisinos) y la infalible presencia de Elba en el rol protagónico.