En un barrio típico de Buenos Aires, extraños sucesos comienzan a suceder. Objetos que se mueven, presencias terroríficas, y peor aún, muertos que vuelven a la vida. Un policía local, ayudado por un antiguo colega forense y dos expertos de lo paranormal, decidirán investigar que está ocurriendo en verdad.
El cine de terror nacional, por suerte, viene creciendo a pasos agigantados, teniendo cada vez más y mejores estrenos comerciales, fuera de lo que serian los circuitos independientes. Y Aterrados, viene a confirmar este avance, en lo que es para muchos, una de las mejores películas del género en este año.
Varios son los puntos a destacar de Aterrados, pero el que se hace más evidente, es la buena construcción de una atmósfera. No solo lo decimos por contar una historia de hechos sobrenaturales que no se centran en una sola locación como pasa en el 99.9% de las películas de horror (acá la acción pasa en tres casas), sino que tenemos una constante sensación de miedo y tensión, haciendo que cuando llega el susto, podremos respirar aliviados.
Esto va de la mano con una dirección impecable de Demián Rugna (quien también es el guionista). No solo por saber cuándo mostrar y cuando no, jugando con el suspenso que crea lo que no podemos ver: sino también con la iluminaciones y el sonido en off, y sobre todo, con algunas secuencias que dejan una sensación bastante turbia en el cuerpo; mostrando que cuando los recursos que tiene el director a mano son bien usados, se puede crear un gran clima.
Otro punto a favor, es que Aterrados, contrario a la mayoría de las cintas del género, es que está bien actuada. Desde su protagonista, Maxi Ghione, hasta los secundarios, todos hacen creíbles a sus personajes; logrando que como espectadores nos interesemos por ellos, pero por sobre todo, transmitiéndonos el miedo que están viviendo.
Pero no todo es bueno en Aterrados. No podemos dejar pasar el hecho de que cuando la película intenta explicar porque pasan estos sucesos, falla rotundamente. No vamos a decir el motivo, pero sí que caemos en el típico caso de que pretendiendo explicar algo sin necesidad, se le saca impacto al asunto; mostrando que muchas veces es mejor dejar al espectador con la duda, a querer darle todo en bandeja y hacerlo mal.
Aterrados de todas formas es una gran cinta de horror; y podemos decir orgullosos que el cine de terror argentino, de a poco empieza a dar muestras de estar creciendo. Solo falta que tenga el apoyo del público y le dé una oportunidad a este film en las salas.