Aterrados

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

El cine de género se encuentra en una etapa de crecimiento en nuestro país. En los últimos años fuimos siendo testigos de una amplia oferta de cine fantástico y de terror. “Necrofobia” (2013), “Resurrección” (2015), “Hipersomnia” (2016), “Terror 5” (2016) y “Ataúd Blanco” (2016) son solo algunas de las propuestas más recientes que pudimos disfrutar que, más allá del resultado final, fueron muestras de una tendencia que viene desarrollándose hace tiempo, cargada de un buen funcionamiento de los recursos disponibles, un ejemplo de pericia en la parte técnica y un excelente cuidado a nivel estético.

“Aterrados” no es la excepción. Demián Rugna, uno de los exponentes del terror y la ciencia ficción argentina, nos ofrece un relato atrapante donde el espectador será testigo de varios eventos paranormales que tienen lugar en un barrio del Gran Buenos Aires. Serán de la partida gente que desaparece sin dejar rastros, muertos que vuelven de sus tumbas, voces que se escuchan en los drenajes de agua, entes invisibles que asesinan personas, objetos y/o mobiliario que se mueve sin ninguna explicación. Y un comisario con problemas de salud (Maxi Ghione) contará con la ayuda de Mario Jano para que lo ayude a desentrañar el misterio. Se les unirán la doctora Albrec y el norteamericano Rosentok, formando un grupo de investigación de lo paranormal que se verá envuelto en una verdadera escalada a la locura.

El film es una historia de terror que se inclina más por el suspenso y el extrañamiento que por imágenes cruentas y explícitas (algo muy común en las propuestas actuales de este tipo). Es por ello y por optar más por los efectos prácticos que por los digitales que la película resulta una propuesta realmente interesante. Por otro lado, el comisario nos brinda algunos momentos de humor al admitir su miedo por los fenómenos de esta índole que no tienen explicación alguna.

Rugna conoce el género y podemos ver algunos reminiscencias a “Poltergeist” (1982) y a las más actuales “El Conjuro” (2013) y “La Noche del Demonio” (2010), por la dinámica de los investigadores de lo paranormal, sin embargo se distancia de estos productos al introducir ciertos elementos que rompen con algunas reglas implícitas del terror (que no detallaré para no arruinar la experiencia de visionado de la película), logrando un producto original en ese sentido.

“Aterrados” es una buena propuesta dentro del cine nacional, que si bien compone uno de esos relatos que tardan en edificarse y plantear el tema principal, luego irá escalando en tensión hasta el final. Un film que nos deja con ganas de ver más de este joven realizador.