TERROR EN SERIO
Unos pocos minutos le alcanzan a Aterrados, la película de Demian Rugna, para convencernos de que es probablemente la mejor película de terror argentina de los últimos 10 años por lo menos. Es que la intensidad y la calidad del prólogo, contundente y bien actuado, está a años luz de cualquiera de los últimos exponentes locales del género. En el film se dan una serie de hechos sin explicación, que involucra la presencia de muertos vivos, desapariciones misteriosas y voces que emergen desde los drenajes.
Digamos que el cine de terror a nivel mundial está en un especie de crisis, no de cantidad de producción ni de público -ya que siempre se consume cine de terror, como lo demuestran las cifras de taquilla semana a semana-, sino que de calidad. Hay formas y temas gastados, y pocos buenos directores incursionando en el género que supo ser la cuna de grandes autores. Y esto lo podemos comprobar con estrenos recientes que evidencian una calidad bastante pobre.
Es cierto que la película de Rugna sufre el mal del cine y la televisión nacional, con actores secundarios que no están a la altura, y sin embargo esto no arruina la experiencia. No sólo triunfa en los efectos y los climas, sino que también tiene un buen guión y un director que tiene clarísimo lo que quiere contar y cómo lo quiere contar. Aterrados es pura solidez, y también un oasis.