Carpenter y un thriller psicológico sobre jóvenes encerradas en un neuropsiquiátrico
Atrapada es una de esas películas en las que el espectador puede quedarse con la mitad del vaso llena o lamentarse por su parte vacía. Se trata de un típico thriller psicológico sobre atractivas jóvenes encerradas en un neuropsiquiátrico (en este caso, en un hospital público de un pueblo de Oregon durante los años 60) que regala unas buenas dosis de tensión y de suspenso a la hora de trabajar temas como las presencias fantasmales, los excesos de los tratamientos (como las sesiones de electroshock), las alucinaciones y las personalidades escindidas.
Así, en principio, uno podría quedarse con la satisfacción de haber encontrado un aceptable film de cine de género construido con un look old-fashioned que se ubica en las antípodas del tan de moda terror sádico en la línea de Hostel o El juego del miedo .
Sin embargo, si se analizan los pergaminos de su director, John Carpenter, el balance no resulta tan estimulante. Es que de un artista que ha concebido joyas como Asalto al precinto 13 , Halloween , La niebla o En la boca del miedo, cualquier cinéfilo exige bastante más que un trabajo por encargo a partir de un guión construido a base de golpes de efecto y vueltas de tuerca, con elementos que ya se han visto en clásicos como Shock Corridor , de Samuel Fuller, en Inocencia interrumpida , de James Mangold; en las recientes Sucker Punch : Mundo surreal , de Zack Snyder; y La isla siniestra , de Martin Scorsese; o en docenas de exponentes del j-horror japonés.
Carpenter jamás logra imprimirle un sello personal al material que tiene en sus manos y aparece como un artesano dócil, eficaz y previsible. Demasiado poco para un autor de referencia en el cine fantástico que se ha destacado por películas mucho más audaces y contestatarias que este apenas correcto producto al servicio de la industria.