Atrapada

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Me quieren volver loca

John Carpenter regresa con un relato afín a sus primeros grandes éxitos, y con el encierro como leit motiv.

John Carpenter se hizo un nombre en el cine de los años ‘70 cuando una película suya, de bajo presupuesto, se convirtió en una de las campeonas de la taquilla, e inició no sólo una saga exitosa ( Noche de brujas ) sino un tipo de filme de terror que sería emulado, multiplicado y bastardeado hasta el presente.

Lo que destacó a Noche de brujas y a su asesino serial, Mike Myers (nombre del protagonista, no el comediante homónimo) en los primeros títulos, los dirigidos por Carpenter, era lo que sería la marca de fábrica del director de El enigma de otro mundo . Más que terror, suspenso. En Atrapada , su regreso al cine después de una década ausente, tiene muchos puntos en común con Noche de brujas , en lo narrativo y hasta en el estilo de cámara.

Kristen (Amber Heard) deambula por los pasillos de un hospital psiquiátrico. Sabemos poco y nada de su pasado, sólo que la internaron allí después de haber incendiado una casa en las afueras de North Bend, Oregón. Es 1966, y los métodos que el doctor Gerald Stringer utiliza con ella y sus cuatro compañeras del pabellón (el título original del filme) son las drogas y, eventualmente, el electroshock.

La protagonista –que a diferencia de otras sagas, es línda pero no tonta, lo que la saca de la ley no escrita del género de que si es hermosa va a encabezar la lista de las futuras víctimas- quiere escapar del lugar, más aún cuando advierte que sus compañeras empiezan a desaparecer, algo que hace recordar involuntariamente a La isla siniestra , de Scorsese. ¿Qué les pasa? Las vueltas de tuerca del guión, que no es creación de Carpenter, como tampoco la música -algo de lo que le gustaba encargarse al realizador de Escape de Nueva York -, son un poco tiradas de los pelos.

Hablábamos del estilo repetido de Carpenter. Hay aquí mucha cámara desplazándose por pasillos montada en grúa, pantalla widescreen (ancha), mucha acción nocturna, lluvias y relámpagos, y un uso tal vez abusivo de golpes de efecto.

También están los personajes arquetípicos, no sólo la protagonista como la aparentemente cuerda en medio de loquitos, que hace que toma la medicación, pero no, más la enfermera con anteojos, el enfermero fuerzudo, el médico que ocultaría algo.

Con todo, y sin ser lo mejor que se le vaya a recordar a Carpenter, Atrapada jamás aburre, mantiene en tensión, tiene muy buena iluminación –dato no superfluo en este tipo de filme- y no cae en el gore o el slash del tipo El juego del miedo , hijo bastardo de las Noche de brujas .