Una trágica historia de amor que se desarrolla en un mundo fantástico, el mundo de las conexiones neuronales. Ganadora de varios premios en varios festivales reconocidos, entre ellos el de Karlovy Vary, esta película que viene desde Lituania y que es de 2012, nos sumerge en la vida de un científico, que se someterá a un riesgoso experimento: entrar en la mente de una joven en coma y tratar de interactuar con sus recuerdos, sus sensaciones, en una palabra, ser los ojos y la voz de alguien que está en viva en cuerpo pero con sus neuronas dormidas.
Con todo el debate sobre la Ley de los Derechos del Paciente y Muerte Digna, es todo un planteo sobre la ética médica y hasta dónde la ciencia puede llegar para mantener un cuerpo si la mente no responde como debería hacerlo.
Lukas se involucrará más de lo debido pese a las advertencias del programa que lo tiene como conejillo de indias, va perdiendo su vida para mezclarla con la de Aurora y así tratar de responder una de las preguntas más inquietantes del ser humano, hasta qué punto se está vivo en una condición en la que aparatos y enfermeros mantienes ciertas funciones vitales y cómo podemos comunicarnos con las personas que se encuentran en estado de coma, cómo, poder ayudarlas y acompañarlas para que partan en paz o "descansen" su particular sueño.
Marius Jampolskis y Jurga Jutaite, los protagonistas de tan osados roles, ambos tendrán que pelarse a ras, -el personaje de Lukas, lo hace en vivo, frente a cámara-, y Aurora que ya está así luego de un accidente de auto que la tiene inconsciente. No solamente eso, sino que su relación empieza como totalmente instintiva, que se torna violenta, animal, sexual (hay varias escenas de sexo explícito, incluso una orgía) y a medida que se van entrelazando sus pensamientos, sus sentimientos, la carga empieza a equilibrarse en ese nivel psíquico mientras que Lukas empieza a sufrir a nivel conciente demasiados efectos ¿secundarios? del experimento, que lo van encerrando en una encrucijada.
Muy buen trabajo de la directora y además creadora del guión, Kristina Buozyte para "Aurora", esta vez, debo decirlo, con un título que tiene que ver con lo que vamos a ver. No es sólo el nombre de la protagonista, sino lo que tiene que ver con el despertar.
Si no son impresionables, ya que algunas imágenes son muy descarnadas, es una buena película, algo distinto, ciencia ficción sin naves espaciales y con suspenso.