Avatar 2 es el gran regreso de James Cameron a la dirección de ficcionales luego de mucho tiempo de ausencia preparando este proyecto, una experiencia cinematográfica grandilocuente y emocionante.. En el link, la crítica escrita más formal; más abajo la crítica radial, más informal, completa en los reproductores de audio solo de Spotify, o de YouTube con video.
Avatar The Way of The Water es una película a lo grande; de grandes dimensiones, de grandes acciones, de grandes ambiciones, y probablemente de grandes emociones para el espectador también. Es un evento cinematográfico que más que una secuela de Avatar, tiene casi como el espíritu de un reinicio de la historia, en una franquicia que promete desarrollarse en varios capítulos, algunos de ellos, ya filmados.
La primera película tenía la sensación de contenerse en sí misma, de ser una película individual que no necesitara más continuaciones; en este caso, la secuela no es innecesaria en sí misma, pero no tiene ese espíritu de película en solitario que tenía la primera; sino que se siente como que, inspirada en la primera película se lanza una nueva saga con este film, y como si la primera Avatar, en vez de ser el inicio, quedara como una precuela, o preludio; espiritualmente da esa sensación, aun cuando técnicamente es una secuela hecha derecha, ya que el filme continúa la historia donde la había dejado la primera entrada, donde el personaje de Jake Sully, interpretado por Sam Worthington, es ahora completamente na’vi y ya no se lo ve en forma humana. Está casado con Neytiri, interpretada por Zoé Saldaña, que era na’vi desde el nacimiento, y ahora tienen tres hijos mestizos naturales, que son de la raza na’vi, pero que tienen algunas características distintas, como los dedos de las manos diferentes; además tienen una hija adoptiva, que es una na’vi que nació del avatar que ocupaba el personaje de Sigourney Weaver, y fue concebida de manera misteriosa; y una especie de hijo del corazón, que no es técnicamente de la familia, pero es como si lo fuera, que es completamente humano y debe andar con máscara, que es hijo natural del personaje del coronel Quaritch, quien era el villano de la primera parte, interpretado por Stephen Lang, que a su vez regresa en esta secuela en forma de avatar na’vi, o sea un cuerpo de na’vi creado artificialmente, pero con la mente y los recuerdos del coronel Quaritch, que había fallecido en la primera parte; pero por precaución, antes de ir a la guerra había hecho una copia de su mente para ser descargada, y ahora está cargada en ese avatar, listo para la revancha.
Con respecto a la historia, luego de muchos años de felicidad del pueblo na’vi y de la familia descripta en Pandora, donde los hijos han crecido hasta ser adolescentes, o jóvenes adultos, vuelven los humanos a invadir, con este coronel y su equipo de soldados/avatares a la cabeza, con la intención de tomar pandora definitivamente, pero la misión del coronel no es específicamente tomar el lugar, sino cobrar venganza contra el Jake Sully. Esto hará que luego de un primer ataque de los humanos, llamados la gente del cielo, por los na’vi, el protagonista decida reubicar a su familia en otro pueblo, de otro lugar muy distinto, pero también asombroso, con una raza distinta de na’vi, de tono más verdoso, y que viven y se desarrollan de manera muy simbiótica con el agua que los rodea, en el arrecife donde se desarrolla este pueblo. La familia deberá aprender las costumbres del lugar, y deberá adaptarse a esta vida sumamente acuática, mientras a su vez, el espectador descubre esta nueva parte de Pandora, que es espectacular, visualmente extraordinaria, que como que al igual que en la primera parte, donde nos deslumbrábamos con el bosque y la selva, en este caso nos deslumbramos con la vista marina, la fauna y flora marina, y la imaginación de los creadores que vienen con nuevas plantas y animales, para hacer las delicias de la imaginación del espectador; mediante la construcción de un mundo con una creatividad enorme, que tiene unas vistas espectaculares.
Desde el puto de vista narrativo, aquí sería como el comienzo de la nueva saga, luego de ese prólogo de la llegada de los villanos que tiene sabor a secuela de la película original; entonces en este momento es donde empieza como ese reinicio espiritual de la saga por así decirlo, que mencionábamos previamente. Ya que ahora la acción se reubica en este lugar marino, y las dinámicas entre personajes son distintas, y los enfrentamientos serán distintos. Dónde ya no es una cuestión de un soldado encubierto, o de los humanos contra los na’vi, sino que es una cuestión de proteger la familia frente a la venganza de este personaje, que ahora también tiene el cuerpo de un na’vi, y le permite a hacer cosas que antes no, y ser así mucho más peligroso. Este re comienzo en la parte acuática de Pandora, tanto por parte de los personajes, como por parte de la narrativa que guía al espectador, puede ser de gran gusto para quienes se maravillan por las vistas espectaculares y por la creatividad del lugar, y lo que es un nuevo universo; pero también puede parecer muy largo para algunos espectadores, quienes quizás en algún momento le puede parecer que la película es lenta, o hasta quizás aburrida en esta parte, para quiénes son más acelerados. En ese sentido, pareciera que el director se enamoró de las imágenes, y no quiso cortarlas más para hacerla de una narrativa con una cadencia y un ritmo más firmes y sólidos, y en esa parte de la película, desde el primer tercio hasta la mitad aproximadamente, la narrativa se siente que podría haber sido mucho más compacta en la edición, y no avanza mucho la trama durante bastante tiempo de metraje, y ese es el peor problema de la película sin dudas, porque no nos va enganchando tanto, y puede que para cuando venga la acción, algún espectador ya esté cansado; a diferencia de la primera Avatar que era muy sólida en su ritmo, y no tenía partes donde se sintiera que no avanzara el argumento.
Una con vez sorteada esta situación, la película empieza a tomar ritmo, y al final es dinámica, emocionante, y trepidante; con algunas de las secuencias de acción más espectaculares que se hayan hecho en la historia del cine, con una escena de acción en el agua que es realmente extraordinaria, es una obra maestra de la dirección; por parte de unos de los grandes maestros del cine de acción, en el máximo de sus poderes narrativos, es algo realmente increíble lo que ven nuestros ojos; con el enorme mérito de tener personajes que son distintos a los seres humanos, máquinas distintas a las que vemos en la tierra, animales con características distintas a las que conocemos, como con una especie de dragones por ejemplo que son anfibios, y pueden volar, pero a su vez nadar como si fueran un tiburón abajo del agua; y la combinación de todos esos factores, en una escena épica de batalla, que aun siendo en menor escala que la de la primera película, con menos gente, y menos vehículos; es extraordinaria, porque es emocionante, porque es hiper compleja en su diseño, con numerosos personajes, en numerosas situaciones desarrollándose paralela y alternadamente, pero sin embargo, y ahí está la genialidad de Cameron, se puede seguir perfectamente la acción, se entiende perfectamente, que personajes estamos viendo, que es lo que está haciendo cada uno, y en ningún momento, en lo que podría haber sido un caos narrativo, el director se pierde, y no pierde el foco; logrando que el espectador siga de manera perfecta la acción. En ese sentido, nos remite a dos obras maestras del cine de acción, y a dos secuencias que son absolutamente extraordinarias en la historia del cine, que son el final de Rescatando Al Soldado Ryan, de similares características, y el hundimiento del barco en Titanic.
En cuanto a lo visual, que tanto se destaca, debemos mencionar que con numerosos efectos, personajes, efectos prácticos, y una cuidadísima creación de un mundo entero, la película es una fiesta visual, y el nivel de detalle que tienen las tomas es absolutamente extraordinario; en cuanto a cada hoja que se dibuja en el bosque, a cada burbuja que está en el agua, o cada caño en las estructuras, que están construidas con un nivel de detalle impresionante, que no da la sensación de ser una imagen dibujada, sino de algo realmente filmado en otro lugar, en otro planeta. Además, el uso del 3D es espectacular, y es uno de los mejores 3D en la historia del cine, lo cual la hace que la experiencia tengo un nivel de inmersividad extraordinario, parece que estuviéramos ahí, literalmente. Por ejemplo, en un momento determinado por llueve en la escena, y parece que estuviera lloviendo en la sala de cine, es increíble y el nivel de detalle que tienen las partículas que están entre los personajes y la cámara, y se ve un nivel de obsesividad tal, como para demorar una secuela 13 años, algo que sólo James Cameron, después de haber hecho dos veces la película más taquillera de la historia, podría lograr. En ese sentido, Avatar 2 es un avance técnico extraordinario, que sienta un nuevo estándar de calidad, y las bases para un cine de ciencia ficción y fantástico más realista, más espectacular, y más inmersivo que nunca. Y por eso la película termina siendo un hito en la historia del cine.
Con respecto al 3D, es obligatoria verla en este formato si uno puede ver películas así, porque Cameron piensa y dirige la película en 3D, no es solamente que hay profundidad en la imagen, y la película está pensada en 2D como la mayoría de las películas, sino que juega con esta profundidad, con los planos de cosas más cercanas y más lejanas, y con los planos que están por afuera de la pantalla, para hacer la experiencia inmersiva, para hacerla realista, para ser más emocionante, para darle más claridad a la acción, y para lograr que el espectador se sienta como si estuviera viviendo en Pandora.
Avatar The Way of The Water es una película obligatoria de ver para todo cinéfilo que se precie de serlo. Más allá de los problemas mencionados, el filme por momentos se convierte en una obra maestra de la dirección, y una clase de cine. Para todo estudiante que quiera aprender a dirigir una película, este filme es fundamental de ver y analizar, porque el maestro Cameron no solo nos deja con la boca abierta, no solo emociona, no solo divide la historia del cine, sino que también hasta nos enseña cómo hacer cine. Imperdible.
Cristian Olcina