Una sobreviviente del Holocausto que quiere recuperar su vida, fue dada por muerta y ya nadie la reconoce.
La historia gira en torno a una cantante: Nelly Lenz (Nina Hoss), esta mujer tiene su rostro totalmente destruido y es una sobreviviente del Holocausto. Le pide a un importante cirujano que le reconstruya su rostro para que vuelva a ser como antes. Berlín de la Post-Guerra (segunda guerra mundial) ha quedado todo destruido, muchos lo han perdido todo, no solo lo material y los recuerdos, sino también su familia y amigos.
Cuando Nelly se recupera de esa operación comienza una intensa búsqueda de sus afectos y su próxima misión es encontrar a su marido Johannes "Johnny" (Ronald Zehrfeld) un prestigioso pianista. Ella finalmente lo encuentra pero este la desconoce, porque Nelly había sido dada por muerta, pero por su casi parecido la entrena para hacerla cómplice de una estafa, tiene que hacerse pasar por ella misma ante todos. Nelly accede a este pedido porque con el transcurrir de los días siente la necesidad de averiguar si él fue quien la delató con los nazis.
Su trama resulta atractiva, con toques hitchcockianos, llena de intrigas y suspenso. Un intenso melodrama relacionado con la postguerra en el que encontramos al personaje de Nelly (representa a cualquier persona que haya vivido ante circunstancias similares). Esta mujer se encuentra en medio de una gran lucha emocional porque la reconstrucción de su rostro también se encuentra relacionada con reencontrarse con su vida, salir de los escombros y recuperarlo todo. Su título “Ave Fénix” hace referencia en este caso al resurgir desde las cenizas.
El director apoya la narración a través de un paisaje devastador, utilizando los colores apagados y explotando la iluminación además de las estupendas interpretaciones de los protagonistas (Ronald Zehrfeld y Nina Hoss) ellos se conocen bien ya que trabajaron juntos en la anterior película de Petzold que fue “Barbara” (2012). Es una historia pujante, mostrando las heridas internas, con un buen trabajo de cámara que explota distintos planos y refleja mucho a través de los rostros. Aquellos que hayan vivido situaciones difíciles que resultan inolvidables se van a sentir identificados con las vivencias del personaje. Quizá el mayor hallazgo es que no posee golpes bajos y uno de los problemas que tiene radica en su ritmo, que por momentos es demasiado pausado.