Es bastante molesto tener que aclarar que esta crítica no contiene spoilers. En realidad ninguna crítica necesita de los tan mentados spoilers, y menos en este caso, donde lo mejor es la empatía que generan los personajes más allá de su destino o de la trama.
La llegada de "Avengers: Endgame" no es un estreno más. Es una especie de acontecimiento. Es el final de una saga que empezó en 2008 con "Iron Man" y que se extendió por una década con 20 películas relacionadas entre sí. Es el fenómeno del cine visto como una serie en proporciones gigantes que inventaron los estudios Marvel, un experimento que resultó un éxito millonario y que tuvo el visto bueno de gran parte de la crítica.
La pregunta del momento es si "Avengers: Endgame" está a la altura de las expectativas y de tanta parafernalia publicitaria. Y la respuesta afortunadamente es sí, y ni siquiera los excesos (la película dura tres horas) logran empañar el festejo.
Los directores Joe y Anthony Russo pergeñaron un cierre tan ambicioso como enraizado en la tradición de la saga. Los pilares de la película son los mismos que sostuvieron a todos los filmes del llamado Universo Cinematográfico de Marvel: una combinación muy equilibrada de acción, humor, drama y escenas de batallas épicas. Aquí hay menos escenas de acción pero más interacción entre los personajes, que se lucen más cuando cruzan chistes y comentarios filosos que cuando intentan emocionar desde la seriedad y la nostalgia.
¿Es necesario haber visto todas o la mayoría de las películas de la saga para disfrutar de "Avengers: Endgame"? Y sí. Las referencias al pasado son múltiples, y nadie puede entender el cierre de una historia si no conoce su desarrollo. Es más, la película incluye todo un viaje en el tiempo, un trip nostálgico con guiños a los fans que se extiende demasiado pero que es parte central de la trama.
Todos los superhéroes están invitados a este festín, y reunirlos en una historia coherente (que además debe contemplar la carga individual de los personajes centrales) fue un desafío que los hermanos Russo resolvieron con oficio y astucia. De todas maneras, hay que reconocer que el 90 por ciento del trabajo ya estaba hecho. El gran logro de los estudios Marvel fue hacer que estos personajes nos importaran más allá de sus superpoderes y sus hazañas. La construcción meticulosa de los personajes (además de un trabajo de casting excepcional) es lo que genera esa empatía tan singular con el público. ¿En cuántas películas uno puede ver al público aplaudiendo escenas, festejando, gritando de alegría o llorando sentidamente? En "Avengers: Endgame" eso pasa, y todo junto.
Marvel ya está preparando la "fase cuatro" de su Universo y seguramente habrá más películas exitosas. Ningún final definitivo está a la vista, aunque los últimos minutos de "Endgame" son pura y certera melancolía.