La psicótica más particular está de regreso
“Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn” (Birds of prey and the fantabulous emancipation of one Harley Quinn, 2020) es una película de superhéroes que funciona como spin-off de “Escuadrón suicida” (Suicide Squad, 2016). Dirigida por Cathy Yan y escrita por Christina Hodson, la cinta es la octava producción cinematográfica dentro del universo extendido de DC. Protagonizada y producida por Margot Robbie (Yo soy Tonya, Las dos reinas), el reparto se completa con Mary Elizabeth Winstead (Avenida Cloverfield 10), Rosie Perez, Ella Jay Basco, Jurnee Smollett-Bell, Ewan McGregor, Chris Messina, entre otros.
Ya alejada de esa relación tóxica que mantenía con el Guasón, la ex psiquiatra Harleen Quinzel (Margot Robbie) se encuentra desprotegida en Ciudad Gótica, por lo que deberá esquivar a varios enemigos. Cuando Harley es capturada por el mafioso torturador Román Sionis (Ewan McGregor), éste le perdona la vida con una condición: dentro de las próximas 24 horas, Quinn debe encontrar y entregarle a Cassandra Cain (Ella Jay Basco), una niña asiática que robó un diamante súper valioso. Luego de hallar a la joven en la cárcel, Harley se dará cuenta que la joya no es tan fácil de recuperar: está localizada en el interior de Cass. Al pasar tiempo con la niña en su nuevo hogar (el piso de arriba de un restaurante chino), Harley tendrá que elegir de qué bando estar.
Descabellada, absurda, bizarra, disparatada y, por sobre todo, explosiva. La nueva película de DC decide centrarse a pleno en el mejor personaje que nos dio la olvidable “Escuadrón Suicida”. Rompiendo la cuarta pared y en un principio dando mucha utilidad a la voz en off como forma de narrar qué está pasando en su vida, la neurótica e impulsiva Harley Quinn retorna a la pantalla grande con toda la locura que la caracteriza. Por este motivo, es clave aclarar que si el personaje de Quinn en años anteriores no era de tu agrado, no hay chance de que este film pueda llegar a gustarte.
Con una banda sonora a puro poder femenino, en donde se destaca la interpretación de “It’s a Man’s Man’s Man’s World” de Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell), la película sorprende por su nivel de violencia (es apta para mayores de 16 años) en las escenas de acción. Éstas resultan muy ingeniosas con respecto a las coreografías y elementos utilizados, gracias en gran parte a la ayuda del realizador Chad Stahelski, reconocido por su trabajo en “John Wick”. Por otro lado, a pesar de que la cinta tiene un comienzo bastante confuso debido a que Harley comienza a contar la historia a su antojo, pronto el conflicto central se entiende perfectamente, llegando a la conclusión de que en el argumento del filme prevalece la sencillez.
Como ya habíamos visto, a Margot Robbie el papel de Harley Quinn le queda pintado. Esta vez con una directora al mando que decide no sexualizar al personaje, Margot está en su salsa en todo momento, lo que es muy divertido de ver por más inverosímil que sea. Junto a la ladronzuela Cass, la detective Renee Montoya (Rosie Perez), la vengativa Cazadora (Mary Elizabeth Winstead) y la cantante devenida en chofer Dinah Lance (Jurnee Smollett-Bell), la delirante antihéroe derrocha carisma a pesar de que no se pueda empatizar con ella.
Con respecto al villano de turno, Ewan McGregor como Máscara Negra nos da un par de vistazos de lo sanguinario que puede llegar a ser; sin embargo, por culpa del guión, al actor no le fue posible exprimir su máximo potencial. Además, Jurnee Smollett-Bell tiene una de las escenas más desencajadas del filme, en especial para los que no están familiarizados con su personaje ni los cómics.
En cuanto a los aspectos técnicos, no hay nada para reprochar. Un parque de diversiones abandonado, un puente plagado de niebla, las abarrotadas calles de Ciudad Gótica, explosiones de confeti que funcionan como arma, luces de neón y una paleta de colores vibrante hacen que “Aves de presa”, aparte de entretener, sea muy bella de ver.
Con un ritmo que parece ir a mil por hora, este spin-off nos da una acertada representación de la personalidad compleja de Harley Quinn. Desquiciada, maníaca e irónica, la Harley de Margot Robbie sale airosa de su película en solitario.