El mundo de los Aviones -que es el mismo del de Cars- es un problema por su ausencia de seres humanos. Pero esta vez, con menos ánimo aleccionador, parece que los animadores se tomaron sus libertades para divertirse y la película, que narra las aventuras de una brigada aérea contra incendios, posee más gags (no todos cómicos, muchos sí), más diversión e incluso si es aleccionadora, parece no tomarse las cosas demasiado en serio. Una mejora.