La gente de Disney quería expandir el universo de "Cars", eso ya lo saben. Intentaron hacerlo el año pasado con "Planes", muy esperada por los fans de los autos animados y el resultado fue decididamente menor. No en los números, donde la cinta generó ganancias aceptables, pero sí entre la crítica especializada, que juzgó la historia como débil y sin matices.
Afortunadamente, los productores tomaron nota de esto y redireccionaron la propuesta, alejándola del universo de las carreras aéreas y centrandose en algo más intenso, entretenido e interesante: las misiones de rescate de un grupo de bomberos. Eso si, no debemos olvidar que estamos dentro de un mundo de hojalata donde todos tienen ruedas o alas. Elemento que, lejos de funcionar como algo limitante, sirve para arrancarle sonrisas cómplices al espectador todo el tiempo: esta vez, el humor está bien trabajado y el público adulto tendrá muchos guiños para no despegar sus ojos de la pantalla.
Recordamos que en la anterior, Dusty, el protagonista, era un avión fumigador que abandonaba los campos para correr carreras en las grandes ligas. Cuando comienza "Planes: fire and rescue", lo vemos en el pico máximo de su popularidad, es conocido y respetado y hace lo que más le gusta: volar a gran velocidad. Sin embargo, durante un vuelo en particular, comienza a tener problemas en el motor y pronto su mecánico descubre que una delicada pieza de su transmisión ya no funciona bien.
La disyuntiva se instala rápido: si Dusty acelera pasado un punto, corre el riesgo de estrellarse. A esto se suma un tema con la pista principal de su pueblo: accidentalmente se incendia y los jefes de seguridad aérea deciden clausurarla hasta que cuente con dos bomberos y equipamiento para poder enfrentar cualquier eventualidad. Es asi entonces que nuestro protagonista, decide asumir un nuevo desafío, ir a entrenarse con los mejores, los Smokejumpers, quienes desde una base en el medio de las montañas, se preparan para combatir los habituales incendios forestales de la zona.
Teniendo en cuenta lo que ya sabemos, Dusty irá aprendiendo habilidades para enfrentar las difíciles situaciones de su nuevo oficio, pero no de una manera fácil. Para empezar, hay que decir que el nivel de la animación ha mejorado su engine en un 200 por ciento. Texturas perfectas, mayor nivel de velocidad sin perder definición en secuencias complejas y un adecuado acabado en el color, hacen que el film luzca excelente desde el primer instante.
Los simpáticos personajes que acompañan al héroe de la cinta están bien guionados y ofrecen buenos contrapuntos y la banda de sonido, se instala como un punto positivo a tener en cuenta. Robert Gannaway (el hombre detrás de las cámaras) realiza un cuidadoso seguimiento de la acción y despliega su vasto conocimiento en animación para sacar lo mejor de los recursos con los que cuenta.
La saga ganó en emoción con este enfoque de misiones y eso hay que reconocerselo. Sin anticipar más, debemos decirles que este producto ATP es visualmente impactante, divierte y genera mucha conexión con los adultos que acompañan en sala. Es corta, intensa y vibrante. Un paso adelante para la saga "Planes", así que tenerla en cuenta para estas vacaciones.