Cuando los autos criaron alas
¿Cuál sería el colmo de un avión? Es obvio que temerle a las alturas.
Pero la idea no resultaría tan descabellada de tratarse de un avión de fumigación, que hace vuelos veloces a escasos 2 metros del piso, pero en sus trayectos, nunca supera los 300 de altura.
Es el caso de Dusty, un avión todo corazón, quien más allá de sus limitaciones, sueña con ser un corredor de aquellos y hasta entrar en competencia, en la trama de la nueva película de animación de Disney Aviones.
En la misma línea que Cars , esta cinta está llamada a convocar al público que se enamoró de la historia del Rayo Mc Queen y los autos de un pueblo olvidado en el antiguo trazado de la mítica Ruta 66.
Como aquellos preciosos vehículos, Dusty deberá reunir el valor suficiente para superar sus limitaciones y salir a brillar ante el mundo.
Para ello recurrirá al experimentado aviador Skipper, quien lo entrenará para enfrentar al campeón mundial de carreras de altura, el fanfarrón Ripslinger.
Mientras recorra los cielos del mundo, Dusty conocerá a otros aviones con quienes compartir anhelos y de quienes aprender lecciones de vida.
Sin mucha novedad en términos de argumento, Klay Hall, John Lasseter y Jeff Howard --director, productor y guionista-- lograron contruir un relato que explota lo mejor de una franquicia derivada de otra.
Ambientaron la historia en escenarios que llaman a la aventura y a descubrir destinos junto con el protagonista; llenaron ese recorrido turístico de planos abiertos y profundos para un mejor disfrute de los paisajes, gracias el mágico artificio de la animación de alto nivel; y se aseguraron de hacer una suerte de clonación para generar nuevos personajes que, no obstante, seguirán atrayendo la atención de miradas abiertas a la seducción del color y corazones sensibles a la ternura y los mensajes que refuerzan los valores esenciales, como son los de un niño.
Lo mismo hubiera sido que se tratara de camiones, trenes, aviones... O autos con alas. El objetivo comercial y de entretenimiento queda cumplido.