Es sumamente saludable que comiencen a instalarse en el cine nacional, nuevos tópicos que visibilicen problemas sociales de extrema actualidad, de los que no sabemos que no suelen estar como primera prioridad ni en la agenda política ni en los titulares de los medios.
En el estreno de esta semana, “AXIOMAS”, Marcela Luchetta construye su opera prima mezclando la tensión de una historia familiar, enmarcada dentro de la política con una temática ecologista sobre la minería a cielo abierto en un pueblo patagónico, cuya peligrosidad sigue cobrándose vidas.
La historia se centra en Isabela (Luz Cipriota) una abogada que participa activamente de una ONG ambientalista llamada Axiomas, que luego de cubrir su misión en los campos de refugiados en África, es designada para una misión en la Patagonia argentina, donde deberá defender a la comunidad local de un emprendimiento minero en el que aparentemente se encuentra implicada la Gobernación del lugar.
De esta manera, Isabela no solamente volverá a su pueblo natal con toda la emocionalidad que eso provoca, sino que también deberá defender los principios rectores de la Organización para la que trabaja, que la pondrá en abierta oposición con la postura del Gobernador del Pueblo, Ribero, quien es justamente su padre (Jorge Marrale) y que apoya desde su puesto, al emprendimiento minero.
“AXIOMAS” se suma al grupo de filmes nacionales que se reúnen bajo la temática ecologista y preocupada por el medio ambiente, como fueron “Tierra Sublevada: Oro Impuro” (Fernando “Pino” Solanas, 2009), “El Rocío” (Emiliano Greco, 2018), “Desierto Verde” (Ulises de la Orden, 2013), “Viaje a los pueblos fumigados” (Fernando “Pino” Solanas, 2018) pero propone una diferencia fundamental respecto a estas otras producciones, al posicionar a su personaje protagónico como una mujer atrapada entre la lucha por los derechos sociales y el peso de los mandatos familiares, con algunos temas vinculares no resueltos del pasado.
Isabela además, tomará contacto con los habitantes de la comunidad indígena local que están sufriendo los coletazos de la contaminación derivada de la explotación minera para brindarles su ayuda en pos de solucionar las denuncias de contaminación en el agua. Allí, en una ceremonia, aparecerá un cóndor que no solamente cambiará su percepción sobre lo que sucede sino que además este hecho le permitirá ser aceptada como un integrante más de la comunidad.
Mientras que Luchetta sabe llevar el pulso del relato equilibrando la historia personal, los movimientos ecologistas, el trabajo social, las tradiciones de las comunidades originarias y los entramados políticos, el guion (escrito por un equipo que incluye a la propia Luchetta junto a Damián Barrera, Ana Inés Berard y Guillermo Fernández Morán, entre otros) adopta un tono marcadamente enciclopédico, explicando todo lo que sucede con lujo de detalles.
La sobreabundancia de datos e información, referidos a los diversos temas que se van abordando, se trasluce en diálogos que no suenan naturales, sino que en reiteradas ocasiones lucen tienen un formato más cercano a un informe periodístico o un ensayo académico que los hace lucir completamente artificiales.
Dentro del elenco, el oficio de Jorge Marrale hace que pueda desarrollar su papel con el oficio que lo caracteriza y se destacan las participaciones de Paula Cancio, Susana Varela (con un pequeño papel que no impide su lucimiento) y, sobre todo, una notable composición de César Bordón como Eulogio, uno de los miembros de la comunidad originaria que irá introduciendo a Isabela en las costumbres y las tradiciones de su pueblo. Con un registro completamente diferente a los papeles a los que nos tiene acostumbrados, Bordón se desenvuelve en un tono pueblerino típico que además nos va adentrando a la historia con su participación en una voz en off que suma a la trama.
Luz Cipriota ha tomado un gran desafío en el rol protagónico de Isabela y logra hacerlo con mucha solvencia aunque los problemas del guion apuntados anteriormente sobre la artificiosidad de algunos diálogos y situaciones, atenten contra la fluidez y naturalidad con la que puede abordar las escenas.
Otro punto a favor de la propuesta es el impactante trabajo de fotografía de Guillermo Nieto desarrollando la historia en el marco de hermosos paisajes. Así resulta que “AXIOMAS” termina promediando en un producto correcto que logra mayor importancia a partir de la temática que toca, comprometida, vigente y necesaria.
POR QUE SI:
» Luz Cipriota ha tomado un gran desafío en el rol protagónico de Isabela y logra hacerlo con mucha solvencia «