Italiani supertar…
La ciudad de Bagheria, dentro de Palermo, Sicilia, es donde nació Giuseppe Tornatore (54), director del film, quien vivió allí hasta sus 28 años de edad. Es por ello que, Baarìa, como se denomina a la ciudad en lunfardo, es donde este útlimo trabajo del director, con tinte autobiográfico tiene lugar.
Aquellas callesitas llenas de personajes agradables, rústicos, satirizados, mostrados como en otros films del director, buscando esta comicidad impuesta que liga acontecimientos del relato a partir de las actitudes de una sociedad reaccionaria.
De carácter epico (tres generaciones), Baarìa se centra principalmente en la vida de Peppino, un niño que supo captar desde su lugar, los acontecimientos característicos, comportamientos y actitudes de una sociedad en vigencia de una guerra mundial. El resurgimiento del partido socialista, las burlas al régimen del Ducce. Peppino encuentra en la vida su vocación en la política, tiene facilidad para arrastrar adeptos, tiene principios y éstos lo alejan de determinadas vivencias, conoce a Mannina, a quien sus padres quieren alejar de él.
Existen muchas cuestiones a tener en cuenta con éste nuevo film de Tornatore, considerando que es uno de los primeros donde aplica revivir escenas de la política italiana y mundial. No falta su constante costumbrismo a cuestiones sentimentales, alguna que otra referencia sexual, su nueva participación junto a Ennio Morricone, aunque dispar, y como destacaba previamente, la comicidad reinante.
Muchos temas abarcados, muchos personajes, muchas historias, un compendio que termina diluyéndose a medida que los extensos 150 minutos de duración corren.
Baarìa no es de lo mejor de Tornatore, podría entenderse como una conjunción entre su Cinema Paradiso (aunque bien lejos) y el Fabricante de Estrellas, algo así como lo que Tatí realizaba con su Sr.Hulot, a partir de un único personaje ir deambulando por todo un entorno, un pueblo, una ciudad, un país.