Corriendo en la dirección correcta
Baby (Ansel Elgort) es un joven conductor que forma parte de una banda criminal aunque esto no es de su agrado. Mientras se aisla del mundo exterior -gracias a su banda sonora personal- al que no quiere pertenecer, conoce a la bella Debora (Lily James) quien será el motivo para abandonar el mundo delictivo aunque este no resulte fácil.
Edgar Wright ya marcó su estilo en cuanto a dirección y estética con This is the end (2013), Scott Pilgrim (2010) y Shaun of the dead (2004). Baby Driver hace pie en las viejas películas de los ’70 y ’80 sobre persecuciones, atracos y robos de banco, algo que hoy en día perdió cierta popularidad debido a nuevas formas digitales de transacciones de dinero.
Teniendo a la música como hilo conductor para desenvolver los pensamientos de Baby y sus acciones, la película entretiene como una comedia llena de guiños, humor absurdo y una estética única y ambiciosa. La primera escena del film representa en su totalidad lo que Wright implementó en el resto del film: una carrera de acción sin escalas, maniobras espectaculares y música. Wright marca un estilo personal identificable y se expone como uno de los nuevos directores a tener en cuenta. Baby Driver es su proyecto más ambicioso tanto desde la dirección como del guión.
Baby canaliza sus traumas, emociones y acciones a medida que reproduce su banda sonora, que refleja su estado de ánimo o sentimientos. Más allá de lo que representa la música en sí como un arte a disfrutar, tanto para Baby como para la película significa otra cosa. Para él, es el escape social ante un mundo que prefiere no escuchar; por eso con este recurso logra sentirse lo más ajeno posible.
A medida que la trama avanza y se desarrolla, vamos conocimiento los padecimientos, agonías y consecuencias que llevaron a Baby a ser parte de esta banda de criminales. El carisma de Elgort para que su personaje se manifieste a través de la música, frases o gestos deja en claro su personalidad y cómo repercuten internamente en él las contradicciones de los conflictos que enfrenta.
Baby Driver cuenta con un gran cast, con personajes secundarios tan caricaturescos como divertidos cumpliendo su rol en la obra. Jamie Foxx, Jon Hamm, Kevin Spacey (House of Cards, Eiza González (Del crepúsculo al amanecer y Jon Bernthal (Daredevil) conforman este escuadrón rutilante y especial, donde en sus diferencias y diálogos sobre el crimen, la música, el amor y el sexo se desenvuelve parte del humor en pantalla.
Baby Driver es una comedia de persecuciones, acción, humor pero también una historia romántica. Su narrativa,intensa y vibrante en todo el film, se articula por las motivaciones amorosas de varios de sus protagonistas. El pulso narrativo de Wright logra mantener cautivo al espectador aunque cuando todo pareciera dicho. En el final del segundo acto cuando todo pareciera resolverse, los hechos cambian de rumbo y el final parece lejos aunque se acorte la distancia con la meta.
Baby Driver (2017) de Edgar Wright expone sus ingeniosas ideas desde el primer momento y las lleva a toda velocidad para el disfrute del espectador, utilizando la música y el carisma de sus personajes para darle otro matiz a una historia con un estilo propio.
Para finalizar, les compartimos la banda sonora de Baby Driver que integra temas desde The Beach Boys (‘Let’s Go Away For Awhile’), Queen (Brighton Rock) hasta The Button Down Brass (Tequila).