Bacurau

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Kleber Mendonça Filho continúa la línea que inició con su ópera prima, "Aquarius", ofreciendo una potente reflexión sobre cómo la globalización y la grieta, entre gente con dinero y poder y personas con menos recursos va generando problemas en este Brasil que la gente identifica con el perfil ideológico de la gestión Bolsonaro. "Bacurau" (premio especial del jurado en Cannes en 2019) es un film con muchas facetas.
Mendonça Filho vuelve a acertar un pleno con una historia ambientada en un futuro cercano, distópico, implacable. En el norte de Brasil, se encuentra un pueblo perdido en el medio de la montaña, que le da nombre al film. Allí, la vida está alejada de los problemas de las grandes urbes. Pero algunas cuestiones, de las que hoy discutimos mucho, se ven como prioritarias también en este lugar.
Bacurau está alejado de la cabeza del municipio, y no es de fácil acceso. Tienen algo de tecnología, pero viven otro tipo de vida, lejos de la problemática citadina. Su comunidad se lleva realmente bien, son solidarios y presentes, y viven su realidad con genuino compromiso por el otro. Tienen un problema serio con el agua, las vacunas y los alimentos. Casi nada. Y el alcade de la zona, resta: es un político de pura cepa. Falso, cínico y sin conciencia de su responsabilidad con sus ciudadanos.
Nada en definitiva que no se viva en cualquier ciudad rural de América Latina. El tema aquí es que los habitantes del pueblo comienzan a ser asediados por una banda de tipos con armas de guerra, que vienen a depurar el vicio de matar, porque sienten que su vida necesita más emociones. Esto de asesinar pobres se puede poner de moda en cualquier momento, y será un gran problema. O ya lo es.
Así es que estos hitmen ponen a Bacurau en el centro de su ataque y generan una especie de asedio que irá volviendose un círculo mortal: los visitantes tienen poder de fuego y atacan por sorpresa, los locales no logran entender el porque de estas acciones... hasta que entienden (cuando los ataudes van aumentando en forma exponencial) que algo debe hacerse.
Es entonces cuando este drama de pueblo aislado rural, estalla como un thriller amargo y crudo, y no elude definiciones políticas en su mensaje. Se vuelve violento, no sólo por la cantidad de sangre que se derrama, sino por las razones de esa matanza y el sentido planteado de las muertes. Mendonça Filho vuelve a confiar en Sonia Braga (Domingas) otra vez, aquí jugando el rol de la médica del pueblo.
Suman su aporte, Thomas Aquino (Pacote), Teresa (Bárbara Colen) y el líder de los malos, Udo Kier (Michael), todos en roles bien construidos y a tono con sus líneas. "Bacurau" ofrece momentos únicos (el inicio con el funeral de Carmelita, las reuniones de los vecinos y el humor por los recursos recibidos, las emboscadas a los extranjeros y más...), que le dan un relieve a su temática, de altísimo nivel.
Hay que leer esta cinta, como una señal ruidosa de advertencia, sobre hechos que hoy parecen aislados, pero pueden llegar a propagarse en un futuro muy cercano. Excelente comienzo de año, imperdible para este finde. No dudes.