Todavía hay mucho Bad Boys para dar
El reguetonero Nicky Jam protagoniza uno de los villanos.
Pasaron 25 años desde los inicios de los detectives Marcus Burnett (Martin Lawrence) y Mike Lowrey (Will Smith). Con una segunda parte en 2003, este jueves se estrena la tercera y de la mano de los directores belga Adil El Arbi y Bilail Fallah. “Bad Boys: para siempre” mantiene la misma chispa de acción y comedia que caracterizó a la cinta y la llevó a ser un nombre conocido en Hollywood.
A veces las secuelas parecen no triunfar del todo y en algunos casos terminan en fracasos rotundos donde no alcanzan ni un tercio de la fama que tuvieron sus películas anteriores. En este caso, todavía hay mucho Bad Boys para dar. El paso del tiempo es ineludible y el film jugará con eso para mostrar que a pesar de que estén más lentos y viejos aún hay más peleas, disparos y persecuciones que los oficiales puedan soportar.
Marcus ya no es el mismo que antes, en la actualidad ve poco y recientemente fue abuelo. Sabe que los mejores tiempos de policía pasaron y que hoy lo primordial sería el retiro y disfrutar de la tranquilidad en su casa. Pero del otro lado, su fiel compañero piensa todo lo contrario y sabe que Bad Boys serán para siempre.
Un esposo y padre fallecido harán que “La Bruja” Isabel y su hijo quieran vengar la muerte del ex líder narco que años atrás el propio Mike mató en un intento de terminar con sus delitos. El mismo detective recibirá un disparo que ponga en peligro su vida y que más tarde dictamine la inevitable vuelta del dúo más letal de Miami. Pero esta vez junto a un grupo de jóvenes que cuidarán sus espaldas ya que los años pasan y las cosas serán distintas.
La mística de Smith y Lawrence es el gran éxito de la película. La acción, los toques de comedia y las hilarantes escenas lograron que la historia llegue nuevamente a los cines. Y además, con la confirmación de una cuarta parte. Al fin y al cabo, serán Bad Boys… para siempre.
Puntaje 65/100.