Ojalá que no!
Debo reconocer que nunca fui demasiado fan de esta saga policial humorística ni de la dupla protagonista, pero creo que podremos coincidir con la mayoría de los espectadores en que ha ido empeorando con cada entrega. Este nuevo título es bastante flojo, más allá de que incorpora más y mejor producción. Tiene algunos momentos de acción entretenidos y algún que otro diálogo divertido, no mucho más. Son muchos los aspectos negativos de esta nueva ''Bad Boys For Life''.
Comienzo con el guión. Malo. Capo narco mexicano quiere vengarse del personaje de Will Smith por haberlo encerrado en la cárcel. El matón que envía para asesinarlo es básicamente un superhéroe...
Invencible, se mueve a sus anchas como si no existiera algún tipo de vigilancia o seguridad en toda la ciudad de Miami. Hay momentos ridículos en los que el sicario hace básicamente lo que quiere sin que nadie pueda hacer nada al respecto. Pero esto no es lo peor, lo más flojo viene sobre el final cuando una vuelta de tuerca muy innecesaria establece una conexión inesperada entre Will Smith, el sicario y el capo narco. De novela de bajo presupuesto este desenlace.
Otro tema que no me gusta es la dinámica de la dupla. Will Smith en este personaje no resulta divertido ni copado, diría que al contrario, parece el salame que se cree divertido y del cual la gente se ríe por la bajo, pero no con él, sino de él. El personaje de Martin Lawrence cada vez peor también. Exagerado y con una personalidad mezcla de gruñón y miedoso que no resulta positiva. Te termina pareciendo más pesado que simpático. Juntos tampoco funcionan bien, no les veo química.
Volviendo un poco sobre el guión, otra vez terminan en el cliché del narco mexicano. ¿Realmente? ¿Los únicos criminales que hay en Miami son narcos? Al menos le hubieran choreado alguna idea de partida a CSI. Siento que más allá de tener dos protagonistas afroamericanos, parece un film dirigido para el republicano blanco votante de Trump que se quiere hacer el inclusivo. No se... es hasta ofensiva la película en algunos momentos. Y bueno, si entramos en detalles de los momentos o escenas, podemos encontrar boludeces poco pensadas como la secuencia de inicio en la que ambos detectives violan todas las leyes tránsito posibles y llegan manejando un Porsche, marcha atrás, al hospital en el que está naciendo el nieto de Marcus, el personaje de Martin Lawrence. De este tipo, hay varias en la propuesta.
En resumen, otra entrega de baja calidad que está pidiendo a gritos un cierre para siempre. Creo que no me van a dar bolilla. Por supuesto, el final abre la puerta a una secuela cuya premisa pinta para ser aún peor que la de este título.