Más rebeldes que nunca.
Bad Boys para siempre es la tercera entrega de la franquicia de películas de acción encabezada por Will Smith y Martin Lawrence, como Mike Lowery y Marcus Burnett; dos policías que combaten el narcotráfico en las calles de Miami. En este caso la dirección está a cargo de Adil El Arbi y Bilall Fallah, y completan el elenco Vanessa Hudgens, Jacob Scipio, Paola Núñez, Kate del Castillo y Joe Pantoliano, entre otros.
En esta ocasión, Mike Lowery sobrevive a un intento de asesinato por parte del hijo de la líder de un cartel mexicano, y junto con su compañero Marcus Burnett deben detenerlo antes de que mate a todos los responsables de la muerte de su padre. Y a su vez deberán trabajar con un equipo de jóvenes policías que utilizan la tecnología para combatir el crimen comandado por Rita (Paola Núñez), exnovia de Mike.
Lo primero que vale la pena destacar es que no se nota el cambio de director, porque esta pareja de directores conserva la puesta en escena de Michael Bay, director de las primeras dos entregas, respetando así su estética similar a la del videoclip. Esta consiste en el uso de lentes de gran angular, el uso excesivo de tonos cálidos y el montaje rápido de las escenas de acción. Dándole así una mayor importancia al espectáculo por sobre la verosimilitud, algo que caracterizó a este género durante la década del 90, cuando comenzó esta saga, lo que justifica el uso excesivo de los disparos y las explosiones.
Pero lo que hace que esta película funcione es la química entre sus protagonistas, porque se trata de una buddy movie, es por eso que Mike y Marcus se llevan bien a pesar de ser opuestos, lo que da lugar a una serie de gags efectivos. Porque el primero es carismático, metrosexual, mujeriego y adicto a la adrenalina, en cambio el segundo ya es abuelo y busca retirarse para pasar más tiempo en familia. Pero la lealtad hacia su compañero hace que lo acompañe en esta búsqueda del sicario que atentó contra su vida antes de que termine de llevar a cabo su venganza.
En conclusión, Bad Boys para siempre es una película que triunfa donde fracasó Proyecto Géminis, porque supo aprovechar el carisma de Will Smith. Porque ofrece una larga serie de escenas de acción exageradas que priorizan el gran espectáculo lo que, sumado a los gags producto de la química con Martin Lawrence, hacen que el espectador disfrute de dos horas de puro entretenimiento.