Tercer film con Will Smith y Martin Lawrence como una pareja de policías con un particular estilo para resolver casos. Buddy movie con comedia y acción, que regresa jugando con el paso del tiempo de sus protagonistas. La acción está bien, el humor está bien, pero la trama se va volviendo pesada cuando intenta darle algo de seriedad. No consigue darle el tono irresponsable de una buena película de acción de los noventa, y aunque tiene una buena dosis de humor negro y fuerte, como las anteriores, su deseo de darle alguna vuelta de tuerca detiene todo el interés.
A diferencia de los films de Arma mortal o Rápidos y furiosos, esta secuela no logra instalar la idea de familiaridad y simpatía por encima de la acción temeraria. Al contrario, al tener momentos solemnes sin ninguna emoción, pierde lo que supo ser la esencia de los dos anteriores films de Bad Boys, que dicho sea de paso, nunca fueron muy buenos.