Una comedia romántica donde dos personajes en crisis se relacionan a partir de una serie inverosímil e intrincada de mentiras.
Raro caso el de Moscoso, un gran director argentino de quien solo vimos (hace casi dos décadas) su opera prima, “Modelo ’73”. Aquí plantea una comedia romántica donde dos personajes en crisis se relacionan a partir de una serie inverosímil e intrincada de mentiras (que son muy graciosas, pero son mentiras, con lo que ello implica) con una casa de electrodomésticos como marco.
Una extraña lección de comedia, de esas películas que ya no se hacen pero necesitamos que existan.