Bajo cero: un relato sin dirección ni tensión
Un ex jugador de hockey con problemas de adicciones hace snowboard en una montaña, se pierde y lucha por sobrevivir en un ambiente y clima inhóspitos. Con elementos similares se han hecho grandes películas, pero no es el caso de Bajo cero, un caso cabal de relato sin dirección, cohesión ni tensión. No hay nada que resolver más que llegar a un final obvio, y la molicie narrativa se ve agravada por numerosos flashbacks toscos y persistentes. Mira Sorvino y Josh Hartnett han conocido mejores momentos en sus carreras: aquí, con once años de diferencia, hacen de madre e hijo y la verosimilitud se ve bastante averiada. Al final hay un cierre de telefilm con moraleja.