Ah, las historias de supervivencia, ese cuenco narrativo que nunca se acabará. Todo ser humano que se precie adora un buen cuento donde el protagonista debe enfrentar sus propios demonios al ser abandonado a su suerte en un ambiente inclemente. Sin ir más lejos, Leonardo DiCaprio se llevó un Oscar a casa por la bella tortura que le impuso Alejandro Gonzalez Iñárritu en The Revenant, y en años consecutivos Sandra Bullock y Reese Witherspoon estuvieron nominadas por Gravity y Wild, la primera sobreviviendo a una catástrofe espacial, y la otra a sus propias decisiones de vida en el Sendero Macizo del Pacífico. Las buenas historias abundan, se ha demostrado una y otra vez que se puede. El caso de 6 Below y la vida de Eric LeMarque no son muy paradigmáticas que digamos, pero su hazaña podría haber sido más superlativa que lo que vemos en esta oportunidad, un telefilm agrandado para la pantalla grande.
El arriba mencionado fue un promisorio jugador de hockey, que tiró toda su carrera por la borda a raíz de propios caprichos sumados a un acercamiento casi letal a las drogas fuertes. Todo su desequilibrio kármico se radica en un triste pero previsible drama familiar, que lo lleva una y otra vez a enfrentarse cara a cara con la muerte en busca de esa adrenalina que ya el uso continuo de narcóticos no le aporta a su vida. Y es así como, jugando a la ruleta rusa sin revólver, se encuentra perdido en medio de un gigantesco temporal -que en pantalla no parece la gran cosa- y se las rebusca para sobrevivir a como de lugar. Si, suena cliché y repetitivo, pero tiene los suficientes méritos como para destacarse y no pasar totalmente desapercibida.
El director Scott Waugh, quien viene del terreno de los dobles de riesgo y dirigió la insulsa adaptación del videojuego Need for Speed, tiene un excelente ojo para aprovechar al máximo las locaciones rocosas, profusas en nieve, que lucen espectaculares y si para algo sirve la película es para promocionar el lugar como destino turístico. En términos visuales, 6 Below es impactante. Donde carece de belleza es en el guión, cortesía de la novata Madison Turner. Ella tiene una buena historia entre manos y no digo que tenga que inventar situaciones que no ocurrieron en la vida real, pero en su escasa hora y media de duración no hay muchos eventos que llamen la atención poderosamente como para no despegar los ojos de la pantalla. Es cierto que algunos detalles son por demás escabrosos -lo que tiene que comer Eric para alimentarse es realmente pesadillezco-, pero por cada momento inspirado hay otros tres que aburren. Y un cuento de supervivencia nunca debe hacerlo.
Y convengamos que Josh Hartnett nunca ha sido un gran intérprete. Los protagónicos le quedan siempre grandes y en este milagro en la montaña da lo mejor de sí, aunque no baste. Aún siendo un eslabón más en la cadena del elenco, fue grandioso su trabajo en Penny Dreadful, la serie de Showtime, pero le falta esa chispa que provoca sentir empatía con su suplicio. La pasión que le insufla a Eric es notable, pero no alcanza. Después de todo, es un hombre que está coqueteando constantemente con la muerte y hasta el cuarto de hora final es que no se nota esa travesía desgraciada que le ha tocado vivir por descuido propio. No me pongo a hablar mucho de Mira Sorvino porque me pongo mal. La alguna vez ganadora del Oscar ha sido relegada al papel de la madre de y todas sus escenas las pasa con cara consternada, llorando o con diálogos con los que poco y nada puede hacer. Casi una vergüenza se diría.
6 Below es un cuento inspirador del poder del espíritu humano, pero que llega algo tarde, cuando estas noticias arrancadas de las primeras planas de los diarios realmente tenían peso. Es imposible no compungirse con los momentos finales, donde se presenta al verdadero Eric, pero en líneas generales le falta mucho camino para sorprender.