El protagonista (Hartnett, “La dalia negra”; “Pearl Harbor”) se queda varado mientras hace snowboard y debe soportar ocho días bajo un clima inhóspito por la bajas temperaturas en medio de la nada. Deberá resolver varias situaciones de su vida y esto en parte le sirve como si fuera una especie de retiro espiritual donde intentará buscarse a sí mismo. Una vez ese hombre se ve inferior ante la naturaleza.
Este es el viaje de un solitario que tiene que sobrellevar la abstinencia de drogas, la deshidratación, el hambre y el acecho de los lobos entre otras situaciones. Se encuentra lleno de dolor, se lo ve angustiado, bajo un paisaje congelado, donde la nostalgia lo acompaña al igual que los sueños.
Para conocer un poco más a este personaje se utilizan bien las escenas que se muestran a través del flashbacks a través del cual vemos un pasado bastante traumático y sus luchas internas. Gran parte de su narración la complementa la muy buena fotografía de Michael Svitak (“Iron Man 2”, “Kong: la isla calavera”) en esa paisaje en Sierra Nevada, formada por una imponente cadena montañosa (California), resulta impactante con tomas muy buenas.
A la película le falta acción y mas ritmo. El actor y productor de cine estadounidense Josh Hartnett no resulta del todo convincente; aunque se da el lujo de contar con la presencia de la actriz estadounidense Mira Sorvino (“El poder de la cruz”) que interpreta a la madre del protagonista.
Como se encuentra basada en una historia verídica, al final los espectadores podrán conocer al verdadero LeMarque y hay un resumen de sus actividades post-montaña.