Como director y guionista, el croata Dalibor Matanic ya tiene ocho largometrajes previos, entre ellos “Fine Dead Girls” (2002). En este caso como estas historias se encuentran contadas en tres etapas diferentes van predisponiendo al espectador para que siga su narración con mayor atención, las actuaciones son convincentes e interesantes. Tiene momentos encantadores, otros no tanto y posee un toque de nostalgia de lo que una vez se llamó Yugoslavia. Se muestra una vez más las consecuencias de la guerra, los problemas sociales y políticos. La banda sonora acompaña bien ofreciendo atractivos climas y deja pensando a más de un espectador.