El amor en los tiempos del cáncer
"¡La culpa, querido Brutus, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos que consentimos en ser inferiores!", proclama Julio César en la célebre obra shakespeariana, frase que le cedió su nombre a Bajo la Misma Estrella (The Fault in Our Stars, en inglés), un film adaptado para la pantalla grande de la homónima novela de John Green.
La película presenta a Hazel (Shailene Woodley), una adolescente con cáncer terminal a la que le gustaría tener una vida común, pero que se resignó a su trágico destino y a concentrarse en el presente. Y en un grupo de autoayuda a la que obliga a ir su madre (la magnífica Laura Dern) conoce a Augustus Waters (Ansel Elgort), lo que llevará a una épica y breve historia de amor, que los hará cruzar el océano y llegar a Ámsterdam para conocer al escritor preferido de Hazel, Van Houten (Willem Dafoe).
Cuando salió a la venta el libro de Green, fue un éxito inmediato. El fanatismo de adolescentes de todo el mundo –y de adultos también- hizo que el proyecto cinematográfico sea uno de los estrenos más esperados del año, y Bajo la Misma Estrella ya está rompiendo taquillas en todo el globo, una tendencia que probablemente se vuelva a repetir en Argentina.
Y no sin motivos. Puede acusarse a este film de romántico sin escrúpulos y meloso hasta el hartazgo, pero se le hará muy difícil contener las lágrimas hasta al más cínico de los espectadores. Con un guion extremadamente fiel a la obra original a cargo de Scott Neustadter y Michael H. Weber –de 500 Días con Ella y Aquí y Ahora- y con la dirección del novato Josh Boone –que debutó en el 2012 con Stuck in Love- la película logra emocionar de manera muy obvia y tratando demasiado, pero lo logra en fin.
Y en gran medida es el mérito de Shailene Woodley, la joven nueva promesa hollywoodense que viene acumulando excelentes proyectos desde Los Descendientes, hasta Aquí y Ahora y el primer film de la saga de Divergente. Su naturalidad y carisma conquistan sin esfuerzos a los más reticentes y la convierten en la perfecta estrella adolescente.
"Algunos infinitos son más grandes que otros infinitos", se repite en varias instancias; en momentos de dolor y en momentos de rabia. Y resume el mensaje del film: tenemos los días contados, pero tenemos que explotar nuestras pequeñas vidas al máximo en el mínimo infinito en el que nos toca vivir.