Una lucha cotidiana. Crítica de “Bajo mi piel morena” de José Celestino Campusano.
Bruno Calabrese 16 noviembre, 2019 0 136
En una proyección especial, por fuera de la Competencia Argentina del 34º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presentó la nueva película del director quilmeño. Esta vez indaga la problemática trans y travesti en un barrio popular del sur del conurbano bonaerense. Por Bruno Calabrese.
Es conocida la exploración y el compromiso de José Celestino Campusano por retratar universos de personas empujadas a vivir al margen de la sociedad. Sin apelar a esteticidad ni discursos esperanzadores, solo mostrando una realidad y un durante, el director se dedica a explorar el universo de las mujeres trans y travestis en la actualidad.
La historia sigue a tres mujeres: Morena quien vive con su madre y trabaja en una fábrica, donde lucha por ser aceptada como una igual. Claudia es docente y tiene que enfrentar el rechazo que encuentra cuando empieza a dar clases. Myriam, prima de Morena, que ejerce la prostitución. Entre ellas existe un vínculo fuerte, amistoso y solidario.
Bien al estilo Campusano, la película recorre sus vidas, el día a día de ellas. Sin juzgar a nadie, solo refleja los prejuicios que sufren día a día y la mirada de los otros. Pero también expone las carencias afectivas de los seres que los rodean. Como la amiga de Morena, una joven heterosexual que sufre por un hombre casado y no poder comprometerse con el mismo, o “el tapado”un joven casado, enamorado de Morena que no puede liberar su homosexualidad para ser feliz al lado de ella.
“Bajo mi piel morena” es triste, reveladora y comprometida. Le da visibillidad al contexto social que deben afrontar estas mujeres a diario, en sus trabajos, en la calle, pero también en el amor. Campusano logra, sin pudor ni golpes bajos, un magnífico retrato de una realidad, de la lucha incansable de seres que solo quieren ser felices como son, sin ocultarse ni tener que dar explicaciones sobre su condición de género.
Puntaje: 90/100.