Luego de un film más accesible y comercial como fue "Los Crímenes de Oxford", el director Álex de la Iglesia regresa a sus orígenes, al cine personal y grotesco que conocimos en sus primeras películas "Perdita Durango" y "El Día de la Bestia".
Un triángulo amoroso es el eje central de esta violenta (bordeando el gore), divertida, surrealista y oscura historia de amor y obsesión, marcada por el contexto social y político de la época, en la que dos payasos se disputan el amor de una trapecista.
Técnica y visualmente impecable, con un excelente trabajo de fotografía, edición, música, vestuario, maquillaje y efectos especiales (estos dos últimos, premiados con el Goya), acompañado por las buenas actuaciones de Carlos Areces (gran transformación de su personaje) y Antonio de la Torre, "Balada triste de trompeta" es otra interesante y sorprendente propuesta del delirante Álex de la Iglesia.