Lo que más molesta a este crítico es que ser veraz y sincero con sus propios sentimientos lo vuelque -necesariamente- al lugar común. Bañeros... es un compendio de gags televisivos sin demasiada gracia, de risa basada exclusivamente en la burla, y de señoritas tratadas como reses. Pero lo peor reside en pensar que a los niños les atrae todo eso, cuando las nuevas generaciones suelen reír y llorar con las sofisticaciones de Frozen. Lo más ofensivo del film, pues, reside en esa subestimación.