Delicado drama del cine alemán
Bárbara nos sitúa a finales de los ´70, en Alemania Oriental. Allí transcurre la historia de la protagonista en cuestión, encarnada minuciosamente por Nina Hoss, en el papel de una doctora que estuvo presa en Berlín Occidental y, en la actualidad del film, tras su libertad, es removida a un hospital de un pequeño pueblo.
Christian Petzold, responsable de esta fina película de andar sumamente manso y pausado, nos sumerge de una forma tan natural como poco ofensiva en la realidad de la época, a la vez que deja volar y potenciar a esta gran actriz que se muestra en su papel como una mujer fría, retraída y fuerte a la vez. El director sabe cómo enseñarnos hechos duros sin ahondar o rozar siquiera los más mínimos excesos, y esto lo logra con eficientes cortes de escenas y planos inteligentemente utilizados.
Incluso perezosa y de a ratos soporífera por su falta de dinámica, la cinta provoca una suerte de concentración meticulosa en el espectador, teniendo que ver probablemente esto con la calidad técnica y visual de la proyección. De trasfondo una historia de amor que parece ir construyéndose lentamente a base de miradas y de una particular química entre los personajes principales, que si bien no emociona genera algún tipo de movilización o sensación de inquietud en el público.
Difícil de puntuar, Bárbara resulta aceptable especialmente para todo aquel que tenga una buena paciencia para un género al cual suele faltarle ritmo en todo momento.
LO MEJOR: la actuación sobria de Nina Hoss. La calidad del film y la forma de narrar los hechos.
LO PEOR: no parece cambiar de marcha nunca. Da la sensación de que le falta algo para enlazar un poco más al espectador.
PUNTAJE: 6