Crónicas del otro lado del muro
“Bárbara” del director Christian Petzold es una película sobre las vivencias de una aria protagonista perseguida en la República Democrática Alemana –la parte oriental- durante los ´80. Ella, Bárbara, es exiliada a una zona rural para trabajar en el hospital como médica, pero la persecución por parte del gobierno y la paranoia construyen un lugar asfixiante que perjudica no sólo a la protagonista sino a todos los habitantes de ese proto-ghetto.
Con el correr de la película se nos irán develando las incógnitas sobre Bárbara, su exilio y sus propósitos.
Realismo Germánico
Los genios del realismo, junto a los italianos, son los alemanes. Desde los comienzos del cine las escuelas teutonas han provisto al séptimo arte de obras inabarcables que generan seguidores en todo el mundo y se convierten en culto funcionando incluso como uno de los tractores de Hollywood a la hora de modernizar el lenguaje cinematográfico de la industria.
Luego de más de una década fructífera con “El Nuevo Cine Alemán” –desde fines de los ´60 hasta principios de los `80- en que nos encontramos con autores como Fassbinder, Wenders y Herzog, hubo un silencio en el cine de ese país hasta mediados de la década pasada cuando surgió la “Escuela de Berlín”, que es donde se encuentra el director de “Barbara”, Christian Petzold. Esta nueva corriente se define por ser estéticamente heterogénea aunque los une que los temas tocados en las películas son contemporáneos, acordes a una Alemania recientemente reunificada (veinte años no es nada, diría Carlitos) que se convirtió una vez más en una de las mayores potencias de Europa. Sin embargo, no todo es tan simple. El que se toquen temáticas actuales no implica que se busca mostrar el medio en el que se mueven los personajes de una forma objetiva sino al contrario, es sumamente subjetiva. En “Bárbara” la protagonista se torna el medio mismo, la Alemania Oriental que vemos es Bárbara porque las exigencias del ambiente la obligaron a ser así. Ella no siente paranoia porque sí, realmente la persiguen.
Como dije antes, para hablar de la estética tenemos que corrernos de lo que es esta corriente ya que cada director está en la suya. En el caso de Petzold se busca la simpleza para hacer el relato lo más fluido posible, con una fotografía y un sonido impecable que no necesita estar acompañada de música más que por algunas piezas que toca la protagonista en su piano.
Conclusión
“Barbara” demuestra como a pesar de tocarse un tema complejo que aún está latente en la Alemania de hoy en día, se puede narrar de una forma simple y llevadera sin perder la profundidad. Contando sobre todo con buenas actuaciones -impecable Nina Hoss como Bárbara- y una prolijidad técnica admirable . Una película que si bien no aporta nada nuevo y utiliza fórmulas ya vistas, está todo tan bien construido que es consistente en todo su relato.