Mejor, en la tele.
Lo inverosímil de la trama y los diálogos, y la animación esquemática atentan contra un mínimo disfrute, de este filme, original para la TV.
Pensada para y estrenada en la televisión estadounidense, Barbie: Súper Princesa es una TV movie, que en la Argentina se conoce hoy en 129 pantallas de cine.
Las muñecas de Mattel han saltado a la animación en distintas ocasiones, pero ésta es decididamente inconsistente. No sólo porque el nivel de las situaciones que plantea a los chicos, y el de los diálogos parecen tratar a los menores como niños de escasa inteligencia, sino porque su mensaje paupérrimo.
Kara -nunca se la menciona como una Barbie, esto es: salvo en los créditos, la palabra Barbie no aparece en toda la proyección-descubre, luego de ser besada (en un cachete, eh) por una mariposa, que tiene superpoderes. Entonces, la princesa que vive con papá rey, mamá reina, dos hermanitas y una prima se convierte -antifaz mediante y vestido ultra fashion- en Súper Princesa, para resolver todo tipo de atropellos en el reino.
Pero como la primita -que no es rubia como ella- es algo así como mala -pero no tanto- y envidiosa, consigue los mismos poderes y trata de hacerle sombra. Imposible hacerle eso a alguien tan flaquita.
El malo de turno -el Barón Von Ravendale: raven es cuervo- es como el Jafar de Aladdin (en vez de lorito tiene un sapito), en el sentido de que quiere aprovechar la primera oportunidad que aparezca para acceder al trono. Tiene un argumento de peso: asegura que un abuelo perdió el reino jugando a piedra, papel o tijera. Lo hace sin mirar a cámara, pero hablando en voz alta, un recurso que idiotiza más aún, y sin sonrojarse.
El creó la poción que terminó convirtiendo a la oruguita en mariposa extra power, así que mejor que se la banque.
La animación es limitada, o tal vez sea adrede, porque los personajes se mueven con la escasa flexibilidad que tienen las muñecas “de verdad”.
Para aquellos injustos y arbitrarios que denostan a Tinker Bell y sus películas, no saben lo que se están perdiendo.