Barrefondo

Crítica de Diego Lerer - Micropsia

El director de muy buenos documentales como LOS PIBES y PARADOR RETIRO se mueve hacia la ficción en este filme que adapta la novela policial homónima de Félix Bruzzone. La trama se centra en Tavo (Nahuel Viale), un joven que trabaja limpiando piletas en un country del Gran Buenos Aires, siempre un poco necesitado de dinero y sutil pero continuamente humillado por los dueños de las casas en las que trabaja. A Tavo las cosas se le complican cuando un grupo de delincuentes prácticamente lo pone entre la espada y la pared para que funcione “avisando” qué casas (y cuándo) están vacías para que este grupo pueda entrar a robarlas. Tavo lo hace a regañadientes pero luego empieza a disfrutar de sus nuevos ingresos económicos, aunque su mujer sospecha de él. El problema, claro, es que la policía no tarda en ver un “patrón” sistemático en los robos y empiezan a perseguirlo, poniéndolo en otra situación igualmente complicada en el que se devela un sistema de corrupción generalizado.

Con un muy buen elenco que incluye, además, a María Soldi, Sergio Boris, Adrián Fondari, Claudio Da Passano y Osqui Guzmán, el filme no logra sin embargo crear la tensión necesaria que promete su interesante premisa. Más allá de los esfuerzos actorales o ciertos apuntes sociales del guión, nunca parece crearse del todo la atmósfera y el clima de suspenso que necesita la historia para funcionar, como si la apuesta estuviera más virada a describir lo que pasa alrededor del policial que en el policial en sí. En ese sentido, y acaso revelando su pasado como documentalista, la película mejora cuando analiza el funcionamiento clasista del sistema, pero falla cuando fuerza ciertas situaciones narrativas de una manera poco creíble.