Barrefondo: Agua turbia.
Llega la primera incursión en el cine de ficción del documentalista Jorge Leandro Colás. Barrefondo es un policial argentino que consigue una lograda mixtura entre la venganza, la familia, la diferencia de clases y la crítica social.
Barrefondo está basada en la novela homónima de Félix Bruzzone, la cual narra algunos eventos de ficción inspirados en sus experiencias laborales como piletero al igual que el protagonista de la historia. Es así que el relato tiene lugar durante un verano caluroso en el seno del conurbano bonaerense. Allí, Tavo (Nahuel Viale) trabaja como piletero en un country de la zona, formando parte silenciosa de una comunidad que lo discrimina y lo margina por una cuestión de clase, pero aun así lo utilizan a fines prácticos. En ese lugar, es testigo de una situación extraña que lo envuelve en una trama policial de la cual terminará convertido en pieza fundamental, cuando comience a intercambiar información sobre las casas en las que trabaja con una pandilla de delincuentes liderada por Pejerrey (Sergio Boris). Tavo se verá entre la espada y la pared debido a que por un lado lo tienta el dinero y el sentimiento de venganza, mientras que por otro lo presionan tanto los criminales como las autoridades en un ida y vuelta que no le permite salir de ese circulo vicioso.
El director nos ofrece un relato vibrante que pese a un ritmo pausado logra insuflar a la trama de un realismo tremendo que también se atreve a entrar en el terreno de cine de género con mecanismos de suspenso y del cine policial. Se nota el pasaje del autor del documental a la ficción, ya que utiliza ciertos recursos del registro de esta modalidad audiovisual para dotar de cierta frescura a la historia. El espectador es como un testigo privilegiado de los acontecimientos narrados, por medio de un punto de vista muy cercano a Tavo. La cámara se halla en constante movimiento, siguiendo sus pasos como si se tratara de un documental de observación. Esto hace posible que el espectador genere mayor complicidad y empatía con el personaje, ya que uno atestigua los eventos en primer plano. La película se siente más viva, presente y real por todo lo mencionado y esto es un gran triunfo del director.
El trasfondo social está muy arraigado al contexto que rodea al protagonista y a los contrastes que se dan con él y con el submundo criminal que lo acecha. El ambiente se siente enrarecido por medio de la dicotomía moral que rodea al personaje que se debate entre lo que está bien y la “justicia” poética que ejerce mediante la venganza. Es sumamente interesante que todo pase por la visión de Tavo.
Es realmente destacable la interpretación de Nahuel Viale que navega entre la duda, el miedo, el revanchismo y la atracción ante la propuesta criminal. Sergio Boris y María Soldi acompañan muy bien al actor principal como las dos caras opuestas de la situación.
Con respecto al aspecto narrativo, a pesar de algunos traspiés respecto a la construcción del protagonista (un poco rápida la progresión que lo lleva de trabajador a cómplice de los delincuentes), el film sale adelante gracias al excelente manejo de los tiempos y los climas que rodean a los sucesos.
En síntesis, Barrefondo comprende un prolijo debut ficcional de Jorge Leandro Colás y un producto atractivo por su tensión progresiva y su aproximación policial. Un trepidante viaje que yuxtapone los sectores enriquecidos en contraste con las clases bajas y la delincuencia. Un film con buenas actuaciones que se nutre del realismo brindado por la utilización de ciertos fundamentos del documental.