Pocas actrices de la actualidad encarnan el arquetipo clásico de la femme fatale en el cine como lo hace Eva Green.
Ni siquiera necesita estar provista de un guión complejo, con mínimos gestos su presencia es arrolladora y enigmática y se le disfruta muchísimo en los roles de villana.
En Basada en hechos reales la actriz es la responsable de levantar por completo el nuevo trabajo de Roman Polanski que difícilmente quede en el recuerdo entre lo más destacado de su filmografía.
No porque se trate de una mala película, sino por el hecho que el cineasta desarrolla un estilo de thriller psicológico que ya vimos varias veces en otras películas famosas.
Polanski en este caso vuelve a incursionar en el mundo de los escritores (que había abordado previamente en Ghost Writer, estrenada en el 2010) para narra la historia de una autora que enfrenta un bloqueo creativo tras el estrés que le género el suceso de su primera novela.
Un rol que está muy bien llevado por la esposa del cineasta, Emmanuel Seigner, quien ya había trabajado con el realizador en otras cuatro oportunidades.
La crisis de la escritora adquiere un matiz interesante cuando entabla una amistad con una fan, interpretada por Eva Green, cuya admiración y cariño por la artista eventualmente se convierte en una pesadilla para la protagonista.
Basada en hechos reales inevitablemente trae al recuerdo a varios filmes de suspenso de los años ´90 que trataron temas similares, como La mano que mece la cuna (de Curtis Hanson), el clásico de Barbet Schroeder, Mujer soltera busca (Bridget Fonda) y obviamente Misery.
Sin embargo, Polanski le encuentra la vuelta al relato para no copiar de manera burda estas películas y el eje del conflicto se centra en los aspectos pscológicos que suele ser su fuerte dentro de este género.
El año pasado la crítica internacional le pegó bastante a esta película y la verdad que no es para tanto.
Creo que el director no tuvo más pretensión en este proyecto que brindar un thriller entretenido, algo que consigue de manera efectiva.
El guión de Olivier Assayas (el realizador de Personal Shopper) tiene los suficientes giros para hacer interesante la trama, las dos protagonistas estás excelentes en sus roles y Polanski logra con su narración mantener interesado al espectador con el misterio.
La película no será recordada entre sus obras inmortales como Repulsión, El bebé de Rosemary o El pianista, pero resulta un espectáculo muy ameno para disfrutar en el cine.