El ya veterano Roman Polanski vuelve a filmar a su mujer, la bella Emmanuelle Seigner, y a meterse con un tema que le interesa, el de los escritores y lo rara que puede ponerse su relación con los lectores que los idolatran. Sí remite a la Misery de Stephen King el asunto que se basa en una novela de Delphine de Vigan, como Delphine se llama la autora interpretada por Seigner, en pleno bloqueo creativo, deambulando alrededor de una computadora en la que no logra arrancar un nuevo y esperado texto. Hasta que se cruza una desconocida, Elle -Eva Green-, bien distinta a las fans que la asedian en las firmas de libros, aunque se sabrá bastante más posesiva. La escritora está tan atraída, fascinada y entretenida, en su soledad, con esta nueva amiga, que le va abriendo todas las puertas de su intimidad y su casa. Polanski guiña directo a Hitchcock, y a De Palma, y a sí mismo, el que se metió con la trasmutación del ghost writer en El Escritor, pocas películas atrás. Así que Basada en hechos reales regala placeres: su puesta atractiva, sus dos actrices, su suspenso, sus apuntes a pie de página sobre el mundo literario. Un combo magnético que distrae lo suficiente como para no tropezar con los baches de un guión, firmado también por Olivier Assayas, a veces traído de los pelos: así son las atracciones fatales, ciegas como el amor.