Relato futurista con moraleja y sólo en 3D
Explícitos mensajes ecológicos en Batalla por Terra
Tres años antes del estreno de Avatar , Batalla por Terra planteó un punto de partida argumental con más de un elemento en común con la revolucionaria obra de James Cameron. Aquí también los seres humanos se ven en un futuro impreciso ante la necesidad de conseguir recursos elementales para garantizarse la supervivencia. En este caso, el planeta se quedó sin oxígeno y permanece en órbita como una masa oscura y esférica de hierros retorcidos.
El vital elemento abunda en Terra, un astro rebosante de nubes en el que hay delfines surcando los cielos y cuyos habitantes son vivaces alienígenas de ojos saltones y sin extremidades inferiores, que disfrutan de una convivencia en perpetua armonía. Todo se desvanece ante el inevitable choque con los humanos, ejecutado con espíritu de campaña militar.
Pero Terra no es Pandora y el canadiense Aristomenis Tsirbas está muy lejos de alcanzar el virtuosismo y la inspiración de Cameron para valerse de la tecnología 3D en la creación de nuevos universos visuales y cinematográficos. No se percibe en el realizador vocación por trabajar el detalle y enriquecer a los personajes de este mundo nuevo más allá de una descripción básica y convencional. Pero Tsirbas, al menos, muestra sensibilidad plástica para aprovechar el cuadro y poner a su favor algunas de las posibilidades visuales ofrecidas por la imagen tridimensional.
El humor, ausente
Con estas herramientas, el film entrega sin demasiadas sutilezas -y con una falta absoluta de humor que extrañarán los más chicos- un explícito mensaje ecológico que subraya la responsabilidad de los humanos en la destrucción del medio ambiente.
El vehículo para dejar en claro este planteo pasa por el acercamiento en medio de la batalla entre dos prototipos de sus respectivos mundos: Mala, la alienígena que comprende antes que sus pares las necesidades de los humanos, y Jim Stanton, un militar que con el tiempo no dudará en enfrentarse a sus superiores y poner en cuestionamiento el cruento plan que tienen entre manos.
El mensaje resulta más preciso que el retrato de los personajes, desfavorecido -sobre todo en el caso de los humanos- por la exagerada rigidez de sus rasgos. El brío narrativo y la espectacularidad de algunas secuencias disimulan en parte estos condicionamientos y, de paso, también dejan al descubierto las múltiples influencias que inspiraron este relato, de La guerra de las galaxias a los videojuegos inspirados por Final Fantasy.